La Ley de Tránsito Terrestre, en su artículo 16, prohíbe el cierre permanente de vías públicas, práctica que se ha hecho común en Barquisimeto y Cabudare como fórmula usada por los vecinos para protegerse en parte de la delincuencia.
La directora de la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT), Carolina Espina, al ser consultada sobre las quejas de algunas personas en desacuerdo con los portones en algunas calles, se limitó a responder que es un tema que no corresponde a su dependencia sino a la de Control Urbano.
Sin embargo, aclaró que la Ley de Tránsito Terrestre es clara al respecto, aunque en la capital larense no se aplique, dando a entender que las familias consideran no estar incurriendo en falta alguna al tomar medidas para proteger sus propiedades y hasta sus vidas.
El artículo 16, capítulo IV, de la circulación, reza: “La utilización de las vías públicas o de las privadas destinadas al uso público, se hará con sujeción a las disposiciones de esta Ley, su Reglamento e instrucciones de las autoridades administrativas del tránsito terrestre.
Por ningún motivo puede impedirse el libre tránsito de vehículos en una vía pública en forma permanente”.
Pero cada semana, más calles que eran utilizadas por conductores para evadir sectores de habituales congestionamientos por la existencia de semáforos o centros de reunión de personas, son cerradas al público, dejándolas para el uso exclusivo de quienes residen en ellas.
Un funcionario municipal, que prefirió mantener su nombre en reserva, dijo que aunque; aparentemente; no existe ordenanza que permita actuar en los casos de cierres de vías en determinados sectores residenciales, sí puede actuarse cuando exista una mayoría que se oponga, lo que no ha ocurrido en los casos planteados hasta ahora.
Citó el caso de Colinas de Santa Rosa, donde un tribunal dio la razón a la mayoría de los vecinos de una calle quienes alarmados por la gran cantidad de hechos delictivos contra las propiedades, colocaron portones para impedir el libre tránsito automotor, con resultados positivos pues los hechos delictivos se redujeron en un 90 %.
Eso fue imitado por otras comunidades que aprovechando la inexistencia de algún impedimento oficial han optado por fórmulas similares en resguardo de la seguridad de sus bienes y vidas.
