“No hay dudas de que con el tiempo regresaremos al poder. Pueden ser uno, dos o diez años, pero no olvide mis palabras. Regresaremos al poder, no por la fuerza ni por el apoyo de los cuarteles sino por petición popular”…(Rómulo Betancourt).
2.30 PM del día viernes 27 de enero. Es decir, el viernes pasado. Transitaba en mi vehículo en compañía de mi señora por la carrera 18 hacia una reunión de trabajo en el centro de la ciudad. Entre las calles 23 y 24, observamos un tumulto de personas aglomeradas y dos individuos muy golpeados. Uno en cuclillas en la acera peatonal y el otro haciendo sus necesidades fisiológicas, totalmente desnudo en la jardinera del mencionado edificio. Las personas que los pretendieron linchar, estaban observando la dantesca imagen sin sobresaltos de ninguna naturaleza, como algo totalmente normal en estos tiempos de revolución. La grotesca escena produjo una exclamación de terror en mi esposa: “Sergio ¿qué han hecho con nuestro país ?…
Salí de la reunión a las 4:30 PM. Camine hasta mi casa bajando por la carrera 19. Durante el recorrido pude observar a tres personas, en tres sitios diferentes, comiendo de la basura mientras los transeúntes les pasaban por un lado mirando para otro lado. Me detuve por unos momentos a observar la conducta del entorno. Todos parecían ignorar lo que sucede en las entrañas de esta tierra. Como que no es con ellos. Triste. Muy triste ver destruir la dignidad de toda una sociedad hasta niveles inaceptables, si consideramos los gigantescos recursos de los cuales disponemos como país. Es la representación obscena de una comedia traducida en drama. En terror. La ilustración más clara de la miseria humana hecha cómplice. Un conglomerado amorfo. Sin horizonte. Insensible e incapaz de reaccionar con la contundencia que la historia exige…
Dos hechos en espacio de tiempo muy reducido, nos dibujaron la realidad de una sociedad postrada frente a sus opresores. Una dirigencia partidista voluble y acomodaticia, incapaz de asumir los riesgos más allá de las luces de los escenarios mediáticos. Un pueblo desasistido en sus penurias, a quienes les toca arrastrarse frente al régimen para conseguir el carnet que le obliga a ser sumiso para tener algo que comer. Una clase media cada vez más reducida que se resiste a morir en este lodazal de imprecisiones y desaciertos. Una fuerza subyacente que empuja a la lucha para cambiar el libreto que nos pretenden imponer en esta farsa que ha sido la comedia revolucionaria…
Mis comentarios:
.- En las comedias cada quien juega su papel. El que nos ha tocado jugar como sociedad es muy triste. Somos la burla de una clase política sin la altura que las circunstancias exigen…
.- Las personas que hacen la cola para conseguir su carnet. No son indignos. Son las víctimas de la ignorancia que no tienen más opciones que bajar la cabeza para comer.
.- Es el modelo de los Castro en pleno desarrollo. La manipulación de la ignorancia para postrar el pueblo en la miseria y reinar por siempre.
.- En Cuba, el 10% de la población, es la clase dominante que vive del saqueo revolucionario. El otro 90%; vive de mendigar la comida al régimen…
.- ¿Cómo es eso que no habrá más elecciones porque al régimen no le da la gana?
.- Ha llegado el momento de exigirle a los partidos y a los políticos de oposición: Unidad Verdadera. Dejen la comedia, o renuncien…
…Todo varón prudente obra con reflexión, el necio derrama su locura…(Proverbios 13:16)