El suizo Roger Federer (N.17) ganó el Abierto de Australia al dominar al español Rafael Nadal (N.9), en Melbourne, en una memorable final a cinco sets por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3, ampliando a 18 su récord de trofeos del Grand Slam.
En 3 horas y 38 minutos Federer batió a su gran rival. El suizo jugó en Australia su primer torneo oficial después de no haber competido en la segunda mitad de 2016 para recuperarse de una lesión de rodilla. No ganaba un trofeo mayor desde Wimbledon 2012.
“En el tenis no hay empates, pero si los hubiera aceptaría orgulloso compartirlo contigo esta noche Rafa», dijo el ganador nada más recibir el trofeo, ante el júbilo de la Rod Laver Arena.
“Es increíble cómo está jugando viniendo de tan lejos. Seguro que has trabajado duro, estoy feliz por ti», añadió.
Federer, de 35 años, amplía su récord de grandes a 18, cuatro más que el estadounidense Pete Sampras y que Nadal, de 30.
“Ha sido un buen mes para mí, he disfrutado mucho. Trabajé duro para estar aquí hoy. Probablemente Roger mereció un poco más el título que yo», dijo Nadal, que tampoco completó la pasada temporada para tratar una lesión en la muñeca.
“Voy a seguir luchando. Siento que he vuelto a un nivel muy alto. Seguiré luchando esta temporada», añadió el español, que aspira a ganar su décimo Roland Garros.
Fue el 35º enfrentamiento entre ambos jugadores. A pesar de perder Nadal sigue dominando con 23 victorias y 12 derrotas, 6-3 en las finales de los grandes.
Cinco juegos consecutivos
La final deseada por todos los aficionados, el mayor clásico de la historia del tenis, cuyo último capítulo en la final de un grande fue Roland Garros 2011, con triunfo de Nadal, no defraudó a nadie.
Brillante al saque (20 directos por 4 de Nadal), Federer también dominó en los golpes ganadores (73 frente a 35) ante un Nadal que pudo pagar el tremendo esfuerzo hecho en semifinales el viernes para eliminar al búlgaro Grigor Dimitrov en casi cinco horas de juego.
El suizo, que había tenido un día más de descanso -ganó el jueves a su compatriota Stan Wawrinka-, tuvo una noche inspirada, aunque cometió un elevado número de errores directos debido a su juego de ataque (57 por 28 de Nadal).
En un quinto set para el recuerdo Nadal golpeó primero con una rotura, para situarse 2-0 y luego 3-1. A continuación tomó la iniciativa Federer, muy sólido en defensa en este tramo, para ganar los últimos cinco juegos del partido y romper a llorar justo después de que el ojo de halcón confirmara que su última bola era buena.