Centenares de voluntarios y bomberos, enormes aviones y helicópteros nocturnos son parte de la ayuda desplegada por distintos países para responder el llamado de Chile, país golpeado hace más de una semana por los más devastadores incendios de su historia.
La tragedia que enfrentan los chilenos conmovió a varios gobiernos que rápidamente anunciaron el envío de ayuda a las zonas afectadas en siete regiones del país donde 11 personas han muerto, más de 3.200 resultaron damnificadas y más de 480.000 hectáreas de bosques y sembradíos fueron consumidas por el fuego.
Francia, tras la visita del presidente Francois Hollande a Chile la semana pasada, envió 65 brigadistas (bomberos forestales), que se unieron a otros cinco especialistas en incendios que llegaron a pocos días de iniciada la emergencia para determinar la labor que realizarán en las zonas afectadas.
«Vamos a reforzar a bomberos y combatientes para enfrentar estos incendios (..) Sabemos que hay incendios muy grandes entre otros en la región de O’Higgins (centro) donde nos van a llevar, y sabemos que son incendios no solo de vegetación», afirmó Remy Cottin, responsable del grupo francés.
El equipo francés trabajará donde el fuego aún pone en riesgo zonas habitadas, macizos forestales extensos y actividades agrícolas y vinícolas importantes, indicó un comunicado del Ministerio del Interior de Francia.
Asimismo, arribaron 66 bomberos desde Portugal, 59 españoles, 58 de México, 50 de Perú y 32 de Colombia.
La llegada de personal extranjero «permite el descanso de nuestros brigadistas y también poder enviarlos a distintos lugares donde puedan empezar a combatir los incendios», dijo la presidenta Michelle Bachelet en rueda de prensa.
En tanto se espera la llegada de más de 90 bomberos argentinos y 50 brasileños.
Por su parte, Estados Unidos y Canadá decidieron colaborar económicamente para la reposición de los equipos con los que se combaten las llamas y la reconstrucción de viviendas destruidas.
El gobierno desplegó unos 3.500 efectivos militares para colaborar con los 2.000 bomberos voluntarios y los 4.200 brigadistas que combaten las llamas, convirtiéndose en el operativo por incendios forestales con el mayor número de personal jamás reunido en Chile.
Los bomberos chilenos son voluntarios y no reciben sueldos por parte del Estado, a diferencia de los brigadistas forestales, que mayormente trabajan para empresas privadas.
Combate desde el aire
Unos 24 aviones y 45 helicópteros fueron dispuestos por el gobierno y empresas privadas para combatir los incendios, cuya labor ha sido primordial por la cantidad de agua que transportan y dejan caer para humedecer y enfriar los focos de fuego, lo que facilita las tareas de extinción al personal en tierra.
El Boeing 747 Supertanker, el avión tanquero más grande del mundo con capacidad de 73.000 litros, trabaja desde el miércoles en Chile luego que una fundación estadounidense dirigida por una filántropa chilena financiara las operaciones de esta enorme aeronave.
El enorme avión realizó en promedio tres vuelos diarios en las regiones de O’Higgins, el Maule y Biobío, las zonas más afectadas por los siniestros que han destruido cerca de 300.000 hectáreas.
La aeronave rusa Ilyushin Il-76, con capacidad de unas 42 toneladas de agua, también se unirá al combate del fuego gracias al ofrecimiento del gobierno ruso. Además de la tripulación del avión, arribarán siete especialistas en combate de incendios.
Las aeronaves arrojan cerca de 980.000 litros de agua diariamente, según el gobierno.
En tanto, Brasil enviará un avión Hércules y Perú colaborará con un helicóptero.