Un crecimiento anual de 119,7 % registró el financiamiento de la banca nacional a las tarjetas de crédito (TDC), durante el año 2016, al ubicarse en Bs. 941.937.991 miles, de acuerdo con el informe bancario de Aristimuño Herrera & Asociados.
En valores absolutos, el financiamiento a las tarjetas de crédito solo es superado por los créditos comerciales con Bs. 3.244.196.960 miles, destaca la información.
En Venezuela existen más de 12,3 millones de tarjetas en circulación, las cuales en gran medida son destinadas por los tarjetahabientes a cubrir el hueco en el presupuesto familiar que está dejando la inflación.
Los 10 bancos líderes en este tipo de crédito, concentran el 94,4 % del total de créditos financiados vía TDC.
El análisis presentado revela que se ha podido apreciar un aumento importante de las compras de alimentos canceladas con tarjetas de crédito, lo que evidencia que la inflación está impactando cada vez más el poder adquisitivo de los venezolanos. En esta oportunidad, el alza del consumo a través del dinero plástico no está respaldada por el crecimiento económico y una mayor generación de empleo en el país. En este momento es la crisis la razón del incremento en el financiamiento de las tarjetas de crédito.
Se estima que la inflación hace que el endeudamiento, a través de las tarjetas de crédito, sea un buen negocio, siempre y cuando la capacidad de pago del tarjetahabiente permita el cumplimiento de sus compromisos. Con una tasa de interés del 29% en las tarjetas de crédito y una inflación anual por encima del 600%, la alta inflación, que impacta cada vez más el poder adquisitivo de los venezolanos, la está financiando la banca. Ante esta realidad, tiene sentido que una porción de la población utilice las tarjetas de crédito para financiar la compra de bienes cuyo precio aumenta meteóricamente, incluyendo inventarios de alimentos y medicinas para defenderse del desabastecimiento, destaca el portal especializado de Aristimuño Herrera & Asociados.