Los motivos por los que la popularidad del presidente Nicolás Maduro cada vez son más pobres –menos del 10%, según Félix Seijas, director de encuestadora Delphos-, se deben a los problemas económicos y sociales que hay en la actualidad como la escasez, la inflación, la inseguridad, entre otros, aseguró el politólogo Leandro Rodríguez.
En entrevista exclusiva con EL IMPULSO, Rodríguez expresó que el Gobierno de Maduro se ha aprovechado de las necesidades de los venezolanos, para mantenerse en el poder, creando mecanismos que sólo el Ejecutivo puede manejar, así como los CLAP o el “carnet de la patria”, disminuyendo la calidad de vida.
“Ellos se han basado en la violencia organizada, en la carnetización del hambre, manipulando la necesidad de la población. Esto da parte sobre el por qué el Gobierno se ha mantenido en el poder con tan bajos números”.
Estas cifras –comenta- le recuerda a los gobiernos de Jaime Lusinchi en 1983, Carlos Andrés Pérez y a Hugo Chávez, quienes enfrentaron estadísticas de popularidad similares, y todos terminaron, a excepción de Pérez, con elecciones presidenciales que correspondían en la época.
Chávez fue quien recuperó la confianza del pueblo a través de sus reformas económicas.
“Nicolás Maduro se encuentra entre estos cuatro momentos históricos. El pueblo es el que pasará factura de los errores que cometa el Gobierno. El final del régimen actual no debería ser distinto a los anteriores”, agregó.
Además que, a su juicio, el Presidente ganó tiempo con el diálogo con la oposición para superar aquellos obstáculos electorales a los que se enfrentaría y, al mismo tiempo, disminuirle el apoyo social a la Mesa de la Unidad Democrática.
“Sabemos que el diálogo es el combustible de la democracia, pero en Venezuela solo ha servido para darle tiempo al régimen, y en segundo lugar que no ha arrojado resultados positivo, por lo que los venezolanos perdieron credibilidad en ese proceso”, dijo.
El politólogo considera que el apoyo hacia Maduro ha disminuido tanto a nivel nacional, como internacional, debido a que ningún gobernante del exterior presume que su gestión ha sido positiva, como lo ha hecho el Jefe de Estado venezolano, razón por la cual demuestra que su trabajo no ha sido el más eficiente.
Al ser cuestionado sobre qué debe hacer el Ejecutivo para recuperar el apoyo que tuvo al comienzo de su gestión, Rodríguez argumentó que lo primero que debe hacer es sincerar la economía en el país, de manera que las empresas tengan la confianza plena para volver a invertir en la nación y de esa manera producir alimentos.
En segundo lugar no debe tomar medidas aisladas como los CLAP’s o el carnet de la patria, que no incluyen al sector empresarial o también como las medidas que tomaron para las oficinas gubernamentales, donde colocarán carteles prohibiendo que se «hable mal de Chávez».
«Eso no servirá de nada, muchas de las decisiones no son estructuradas. Prohibir que se hable mal de un presidente no mejorará la economía, ni la escasez, nada».
Tercero debe realizar un diálogo, no solo de manera política sino incluir todos los sectores que hacen vida en la región, “se puede decir que lo ha intentado a través de los motores económicos, pero no ha sido del todo inclusivo”.
MUD debe cambiar el discurso
Para Rodríguez, la Mesa de la Unidad Democrática ha perdido apoyo en los últimos meses, debido a los errores que ha cometido, tanto por haber participado en el diálogo con el Jefe de Estado, que no dio resultado, como por la poca presión de calle que hubo para exigir el Referendo Revocatorio y las elecciones regionales que debieron ser en el 2016.
Ahora bien, para poder recuperar el voto de confianza que tenía la coalición opositora -explica- debe cambiar el discurso con el que se dirigen a los venezolanos, tener un proyecto que se acerque más a la realidad de los ciudadanos.
“El tema de los presos políticos, si bien es algo lamentable en nuestro país, no es algo que va a cambiar la realidad de las personas, porque si liberan a un dirigente, el pueblo no va a encontrar alimentos o medicinas en los establecimientos”, sostuvo.
Al obtener este apoyo, deben retomar las acciones de calle para presionar al Gobierno y así realizar las elecciones regionales.
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