Trabajadores de una contratista de la Gran Misión Vivienda Venezuela (Gmvv), la mañana de este miércoles, se concentraron frente a la sede del Ministerio de Vivienda y Hábitat en Barquisimeto para exigir respuesta gubernamental sobre un caso de presunta corrupción que involucra a una empresa (supuestamente de maletín), la cual habría despedido a sus obreros ilegalmente e incumplido con la realización de 161 casas en Carora, municipio Torres del estado Lara.
Con pancartas en mano y gritando: “¡Somos chavistas, pero tenemos hambre!”, el grupo de hombres obstaculizó el tránsito vehicular del canal de acceso de la avenida Venezuela entre calles 32 y 33, para exigir respuesta de alguna autoridad del Ministerio, mientras funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) intentaban levantar la protesta sin éxito.
La manifestación fue acompañada por el presidente del Sindicato Único de la Industria de la Construcción en el estado Lara (Suticel), Pedro Peña, quien indicó que la organización “fantasma”, llamada Incorsa, dejó los más de 80 obreros sin prestaciones sociales.
“No contento con ello estafa al Estado venezolano al dejar viviendas inconclusas”, manifestó.
El proyecto se desarrollaba en la avenida Lisímaco Gutiérrez del sector Ezequiel Zamora de Carora. Ahí fue abandonado con 30 % de avance.
Empresa no aparece
Peña declaró que el abogado del Ministerio en la región alegó que no tenían información del contrato de dicha urbanización y develó que les habían contado que Incorsa “era una de las toñecas del Gobierno”.
“Ellos no tienen ni dirección de la empresa, ni ninguna información. Lo que hicieron fue mandar a los trabajadores para Caracas a buscar la empresa. Ellos tienen orden de reenganche de la Inspectoría del Trabajo pero no se avocan a hacerla cumplir”.
Tenían sospechas
El maestro general de la obra, Juan Gómez, explicó que esta inició en el año 2013 y se paralizó en junio de 2014, cuando los trabajadores exigían los beneficios laborales que por ley les correspondía.
Sospecharon que no se trataba de una constructora “seria”, porque rara vez les suministraban el material requerido para el trabajo.
“Lo único que llegaba era arena y cemento. Yo sospeché, pero como vengo de otras obras públicas y no había pasado, me quedé tranquilo”.
Asimismo, aseveró que se mantendrán luchando por su dinero (llevan dos años en ello) e investigando los hechos irregulares con Incorsa.