Para recordar: “…El obrero es digno de su salario” (1ª Timoteo 5:18)
Hace un tiempo, mi suegro, el pastor José E. Rodríguez, me regaló un pequeño artículo que recortó de alguna revista. El mismo, lo adaptamos a Venezuela, corregimos algunas cuentas y copiamos igual las primeras líneas para respetar el derecho de autor.
Se trata de la historia de “un viejo patrono judío que se disgustó cuando uno de sus empleados, quién, quejándose de lo mucho que tenía que trabajar, le pidió un aumento de sueldo. -¡Hombre! -le dijo ásperamente- Usted tiene una ganga. La verdad es que usted no trabaja nada y oiga con atención: Un año tiene 365 días. Usted duerme 8 horas todos los días. Eso da 120 días de sueño al año, y quedan 243”. Usted tiene 8 horas libres, diariamente; eso deja 125 días. Yo le doy una hora cada día para almorzar, lo que asciende a 15 días al año, de suerte quedan solamente 110. Entre sábados y domingos libres, tenemos que rebajar 104 días y vienen quedando 6. Usted tiene 15 días de vacaciones, eso le da -9 (menos nueve) días y generalmente pasa una semana enfermo, le va dando -16 días, y como se celebran 10 días festivos, el resultado es: -26 días. Entonces, ¿Qué le aumente el sueldo? ¡Vamos hombre! ¡Usted más bien me debe!
Lo anterior, suena como una fábula, o puede haber sido una jugarreta del patrón para no aumentar el sueldo al obrero. Nuestro texto inicial dice que cada obrero es digno de su salario. Sin embargo, si el Estado no detiene la inflación ¿Qué sentido tienen los ajustes salariales?
Cada vez que este u otro gobierno, hablan de subir el sueldo, nadie se alegra, más bien nos preguntamos: Aumento de sueldo… ¿para qué? Tras cada incremento, al día siguiente la vida amanece más cara y ¡Nadie para la especulación!
Por ejemplo, con el último ajuste de sueldo que realizó el Ejecutivo, en manos del presidente Maduro, solo sirve para comprar el 9% de la canasta básica, tomando como referencia el sueldo mínimo de obreros y pensionados y datos del mes de Noviembre 2016, que se calculaba en unos 446 mil bolívares (http://www.notilogia.com/2017/01/precio-de-la-canasta-alimentaria-venezuela.html).
En los 17 años que lleva gobernando, esta tolda política, según el mismo presidente Maduro, han realizado unos 34 ajustes de salario (@PresidencialVen), y dicho presidente, ha aumentado unas 15 veces el sueldo, computado desde Agosto 2012, iniciando con un monto de 2.047,52 bolívares, hasta el registrado el 20 enero, 2.017, por la cantidad de 40.638 bolívares. Nótese, no tocamos el deterioro empresarial, por esto de los aumento con la cesta ticket, arreglos, pagos extras, entre otros.
Eso no tiene otra lectura que: El gobernante está aceptando la terrible inflación, pero también está contribuyendo al aumento de la misma.
El apóstol Pablo citó a Moisés, donde dice: “No pondrás bozal al buey, mientras trilla” (Deuteronomio 25:4) y el mismo se pregunta: ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes? (1ª Corintios 9:9,10). Sí, para que no fueran maltratados ¿cuánto más se mortificará Dios por nosotros?
Nadie, gobierno o no, debe oprimir al prójimo, ni al jornalero, al pobre o al necesitado (Levítico 19:13; Deuteronomio 24:14,15); porque hay un Dios en el cielo que vela por la humanidad, para que ninguna persona tenga que arrodillarse ante el patrón y menos para ser manipulado, valiéndose de la necesidad del que recibe un salario.
