El bote de aguas negras que se aprecia en la avenida Libertador de Palavecino, a la altura de Pueblo Arriba, es una problemática que va más allá de la simple ruptura de una tubería, sino que, según manifestaron los vecinos a EL IMPULSO, deja en evidencia la falta de planificación y el colapso de la red de cloacas en el sector.
Diarrea, infecciones en la piel y otras enfermedades han padecido los habitantes de la zona por el permanente brote de líquido putrefacto, aseguraron.
No es solamente por el hueco de la Libertador que emerge el nauseabundo hedor; también en vías conexas se percibe que la capa asfáltica cede para darle paso a las aguas cloacales.
Serían más de 20 familias afectadas por dicho inconveniente, enfáticamente las que radican en la calle Juanita Rojas, una de las más deterioradas.
Ventas de verduras y negocios de comida se han visto obligados a cerrar en ocasiones por la intensidad de los olores.
Los locales se mostraron molestos por la falta de diligencia gubernamental, e hicieron el llamado a las autoridades.
La próxima semana iniciarían trabajos
Informó a este rotativo el director de la Alcaldía de Palavecino, Manuel Cols, que los trabajos de sustitución comenzarán la semana entrante. Aseveró que estos se habían atrasado debido a la complejidad de la intervención y por la prioridad que presentaron otras obstrucciones.