La Ley Orgánica de Identificación (2006) indica con claridad, en su artículo 5, que todos “los venezolanos y venezolanas, desde el momento de su nacimiento, tienen derecho a poseer un medio de identificación otorgado por el Estado a través del organismo competente”, y que “su otorgamiento estará limitado sólo por las disposiciones previstas en la ley”.
No obstante, una revisión objetiva a la Venezuela actual, a la dinámica de sus instituciones públicas, y a los servicios que prestan cada una de ellas, permite constatar que esta norma no se cumple a cabalidad. La razón, explican los usuarios del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) de la Av. Lara, es que “todo se ha corrompido, ya nada funciona bien, y las oficinas públicas son menos eficientes día tras día”.
Así lo comenta Mariela de Camacho al precisar: “yo tengo aquí desde las 5 de la mañana, vine a renovar mi cédula de identidad y aún no paso (…) pero lo peor no es eso, lo peor es que al fin y al cabo, cuando logre hacer la diligencia, tampoco me voy a llevar mi documento porque no hay material, no hay papel, no hay nada, y tendré que esperar 20 o 30 días para obtener mi nueva cédula”, precisó.
Una realidad que pone en tela de juicio la eficacia y productividad del Saime, pues “no es solo con la cédula de identidad, también pasa con los pasaportes y con todos los demás trámites que tú vengas a realizar aquí”, así comentó Edgar Pedrozo, otro de los usuarios afectados por la falta de recursos en las oficinas en cuestión.
“El procedimiento que se realiza previo a la actualización, renovación o solicitud del pasaporte y/o cédula por primera vez es fácil, no amerita mayor esfuerzo porque es vía online, el problema es cuando se llega a esta fase de las oficinas, aquí todo se vuelve inoperativo, el punto no sirve, no hay organización, la cola es un desastre, perdemos tiempo, en fin… es todo un problema tramitar los documentos, ya no los entregan inmediatamente y eso también atrasa todo”, enfatizó Raquel Alvarado, Katherine Mogollón y Ana Ure, mientras esperaban ser atendidas luego de 4 horas de cola.
Ahora bien, es importante destacar que el equipo reporteril de este rotativo, durante la visita hecha a las oficinas del Saime, intentó verificar con las fuentes oficiales de la institución el porqué de la falta de material, sus explicaciones en torno a las denuncias presentadas por los usuarios, y la razón de su “inoperancia”; empero, como ya ha sucedido antes, los representantes oficiales se negaron a dar declaraciones e indicaron que necesitan estar autorizados por Caracas para poder hacerlo.
