“La casa de la esquina tiene el portón abierto” decían algunas personas, situación que alertó a los vecinos de la carrera 2 del sector Rómulo Gallego en Carorita abajo, de la zona norte de la ciudad.
Algo malo pasaba porque esa casa siempre se mantenía cerrada, y no era habitada por nadie. Domingo Antonio Pérez (61), propietario de dicha morada acostumbraba a quedarse en ella, algunas veces por lo que la vecina llamó a su esposa, quien llegó pasada las 11 de la mañana con una hermana del sexagenario y cuando pasaron hacia el interior de la vivienda encontraron el cuerpo en la sala sin vida.
Al parecer la víctima recibió múltiples puñaladas en su cuerpo, además se le apreciaron una serie de golpes en su rostro por lo que creen que sus asesinos sostuvieron un altercado con Pèrez antes de propinarles las heridas que le causaron la muerte.
De inmediato la esposa notificó lo sucedido a los hijos de Pérez, quienes llegaron al lugar de lo ocurrido. Ellos estaban dentro de la vivienda a la espera de los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc.
La esposa de la víctima fatal estaba en casa de un vecino, sentada, se encontraba desbastada por la noticia, manifiesta que su pareja era una persona que no tenía problemas con nadie y era conocido por la zona, porque desde hace 20 años adquirieron dicha propiedad, en la cual vivieron hace muchos años.
Recordó que en horas de la mañana del domingo había estado con su pareja en la casa, se fueron a su vivienda en Barrio Unión en donde almorzaron y Pérez manifestó que se iba a devolver y se quedaría en Carorita, partió en horas de la tarde.
La dama indicó que aunque no vivìan en la casa, la misma nunca estaba sola, desde hace un año habían intentado invadirla y desde ese entonces el sexagenario procuraba quedarse en ella.
Muy inseguro
En las afueras de la vivienda los vecinos de la zona se aglomeraron, no se quisieron identificar por temor a represalias, indicaban que desde hace más de un año están azotados por la delincuencia, tanto así que a las 6 de la tarde deben estar encerrados porque además de ser una zona oscura, que carece de alumbrado, existe una banda que los mantiene azotados y que se ha metido en al menos 8 viviendas secuestrando a familias. La misma está conformada por al menos seis sujetos y mudan a las personas.
Por otra parte aseguran que el caso de Pérez está un poco raro, porque indican que aparentemente las puertas no fueron forzadas, nadie escuchó ruido alguno y presumen que se trata de una persona que estaba con él.
Sin embargo serán las investigaciones de los sabuesos del Eje de Homicidios del Cicpc Lara, que determinen el móvil del homicidio del sexagenario.
