El rol de José Ricardo Sanguino como nuevo presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), recién designado por el presidente de la república Nicolás Maduro, debería ser el de un gerente que tome medidas extremas con prontitud. Pero todo indica lo contrario. El objetivo gubernamental quizás sea buscar un portavoz que defiendan lo indefendible, es decir, el proyecto económico del gobierno.
Tal aseveración fue realizada por el analista financiero y exjefe de la Unidad de Análisis de Riesgo Cambiario del BCV, Orlando Zamora, quien aseveró que el referido nombramiento, tiene como objetivo “dar más control político al BCV”.
El analista negó toda posibilidad de que la entidad se convierta en una estructura independiente y autónoma, a fin de confrontar las políticas de gobierno, para generar el equilibrio propio de una economía, por tanto, los efectos del nombramiento serían contrarios al fundamento del banco central de un país, representante de su pueblo y defensor del valor de su moneda nacional, no de los intereses de un grupo.
Acotó que la autonomía de todo banco central, radica en las razones ya mencionadas y no en el posible alcance que puedan tener las élites sobre estos.
Al respecto, fue consultado Alfonso Marquina, diputado de la Asamblea Nacional (AN), y predecesor de Sanguino en la presidencia de la Comisión de Finanzas y Políticas Económicas del parlamento, quien sostuvo que “se trata de una muy mala señal”, puesto que “durante siete años frente a esta comisión, mostró (Sanguino) una subordinación, hasta irracional, al Ejecutivo nacional”.
Destacó que las funciones de control y seguimiento al desempeño económico gubernamental no se cumplieron durante dicha gestión, “sino que se prestó como un servidor a la presidencia”, por lo que el nombramiento genera preocupación.
“Las prácticas dañinas de financiamiento monetario y políticas monetarias, anteriormente dirigidas por Nelson Merentes, seguirán y la situación económica se agudizará”.
Reforma en la Ley del BCV
Sobre el tradicional proceso de selección del presidente del BCV, Zamora recordó que hasta la reforma de 30 de diciembre de 2015 de la Ley del Banco Central de Venezuela, mediante Ley Habilitante, (Gaceta Oficial 6.211), realizada durante los últimos días de una mayoría parlamentaria oficialista, fue modificada la escogencia del directorio de este y del presidente del banco.
-Lo acostumbrado era que el Presidente de la República le presentara tres candidatos a la Asamblea Nacional y esta decidía por uno de ellos, pero con el último cambio sorpresa se logró que los siete miembros del directorio los escoja el mandatario nacional… El paso de consultar a la Asamblea Nacional fue burlado por esta vía.
Por su parte, Marquina indicó que la designación es inconstitucional, ya que la Carta Magna expresa en la disposición transitoria 4º, numeral ocho que la Ley del BCV establecerá “los términos de participación de Poder Legislativo en la designación y autorización de estas autoridades”.
El diputado subrayó que esto quedó establecido de dicho modo, a fin de garantizar la independencia y autonomía del BCV. Sin embargo, se obvió con la citada reforma.
El exjefe de la Unidad de Análisis de Riesgo Cambiario, recordó que como parte de esta reforma también se elidió el deber de la autoridad monetaria de rendir cuentas a la AN y se le otorgó la potestad de decidir si hacer públicas o no las cifras oficiales de economía, ya que podían ser utilizada de manera negativa por factores políticos.
“Todos estos cambios lo convierten en un ente subordinado al Ejecutivo nacional”, indicó.
Zamora destacó que la AN actual, en sus esfuerzos por reestablecer la lógica, propuso una nueva Ley del BCV, la cual fue impugnada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), quedando sin efecto.
¿Nuevo abordaje?
En opinión de Zamora lo primordial es revisar la política de emisión “irresponsable” de dinero, a fin de cubrir el déficit del Estado. Asimismo, se debe revisar las propuestas formuladas para corregir el sistema de cambio, con cuatro tasas distintas, las cuales agravan la incertidumbre.
Citó que para recuperar el país, también se debe estudiar la posibilidad de acudir a fuentes de finamiento extranjero, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), dadas las imposibilidades de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de aportar divisas y recursos, ya que en materia general no cubre ni siquiera sus propios gastos.
Igualmente, se debe revisar el gasto público, de enormes dimensiones, con un déficit calculado sobre el 20 %.
El BCV también puede generar cambios en las políticas económicas para estimular inversión extranjera de privados en Venezuela y de los propios venezolanos, recursos de aproximadamente $300 mil millones, que es posible reinsertar con políticas abiertas, claras y trasparentes.
El economista, diputado de la AN y actual presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico, José Guerra, resumió a través de su cuenta Twitter las tareas de Sanguino en “bajar la inflación, publicar cifras y adecentar (ordenar) la institución”.
Dato
Sanguino es economista egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y actual diputado de la Asamblea Nacional (AN). También fue electo para el parlamento en el año 2000 y reelecto en el 2005 por el estado Táchira. Fue presidente de la Comisión de Finanzas de la AN, misma que el pasado año tuteló Alfonso Marquina, quien calificó el nombramiento como “un desastre”.