Con motivo de la visita 161 de la Divina Pastora, tanto la Alcaldía de Iribarren como la Gobernación de Lara, dispusieron elementos relacionados con sus marcas, emblemas y eslóganes a lo largo del recorrido que hace la imagen.
A propósito, el diario ha observado que un importante número de ciudadanos descalifica estas iniciativas que aparentemente bajo la denominación de arte se traducen en mera propaganda institucional. Otros perciben una especie de competencia entre los citados organismos.
Para dilucidar si se trata de una saturación o sobreexposición de elementos artísticos disfrazados de propaganda que afecta la salud del paisaje conversamos con varios expertos en la materia, quienes refieren que ciertamente la ciudad se ha convertido en un gran soporte publicitario para los diferentes niveles de gobierno.
La doctora Milagro Gómez de Blavia señala que cualquier obra de arte debe responder a un concurso, no puede ser que cada quien se apropie a su antojo de los espacios.
La presidenta de la comisión de Educación y Cultura del Concejo Municipal de Iribarren agrega que cada gobernante quiere imponer su idea de ciudad y resulta que la urbe le pertenece a todos los ciudadanos.
“Cada ciudad tiene su color y para eso debemos consultar a los habitantes a fin de que reconozcan cuál es el color de Barquisimeto”.
Apuntó que en algunas áreas de la ciudad (por donde pasa la reina), se nota una incidencia multicolor, zonas que han sido privilegiadas por instituciones gubernamentales que usan la pintura como mecanismo de promoción, incluso, condominios, urbanizaciones, sectores, logran que el gobernante de turno les pinte los inmuebles.
-¿Es propaganda o arte?
-Hay muy poco de arte, mucho de decoración y un alto grado de propaganda. El gobernante usa los espacios para lucirse y promocionar su gestión. En el caso de los murales los mismos deben tener unas mínimas condiciones para que sea arte. La saturación en zonas de alto tránsito refleja que no hay mesura en relación a la obra de arte.
-¿Se aprovechan los gobernantes de la manifestación mariana para hacerse propaganda?
-Sí, no tengo la menor duda. Incluso, trabajo en una ordenanza a fin de que se reconozcan las exigencias de este patrimonio cultural intangible como lo es la devoción por la Divina Pastora. Debe evitarse su explotación y abuso. Recomiendo que cualquier acción sobre los espacios públicos implique un análisis del entorno y de la opinión pública, cualquier cosa no es arte.
-¿Pudieran estar compitiendo los entes gubernamentales?
-Quien caiga en esa tentación comete un grave error. La gente no es tonta, la gente se da cuenta. Mejorar los espacios es una obligación pero no se puede caer en los excesos. El abuso lo siente el ciudadano de a pie.
-¿Cómo cree que pudiera estarse afectando a la ciudad y sus habitantes?
-Contaminación visual, irrespeto a los poderes creadores del pueblo que imponiendo una estética oficial desatienden las prioridades en la inversión pública cuando hay limitados recursos y múltiples necesidades.
Para el arquitecto Wilmer González, quien posee una especialización en Derecho Urbanístico, sí existe un alto contenido de información no bien presentada enmarcada dentro de una contaminación visual.
“El problema es que la contaminación visual no está normada y ahí surge el problema. Cuando no hay normas impera la subjetividad, lo que puede ser bonito para algunos, de repente no es bonito para otros”.
A su juicio todos los mensajes deben responder a un fin, a una localización y objetivo. “Notamos una mezcla de información, un mensaje educativo, ligado con información política y más abajo un anuncio comercial y más arriba uno de protesta. La mezcla se debe a la carencia de normas y por eso la gente hace lo que le da la gana”. Entre las consecuencias de esta saturación se encuentra el deterioro urbano por la incompatibilidad con el entorno.
“En Santa Rosa hay un exceso de información que distorsiona el paisaje por donde transita la procesión de la Divina Pastora. Hay muchas informaciones y cada quien cree que lo que hace es lo más acorde”.
El urbanista Carlos Pacheco explica que la contaminación visual está relacionada con los elementos que generan molestias, contrario a bienestar y buenas visuales. Mientras que la propaganda gubernamental, local, estadal o nacional fluye en función de cómo los gobernantes usen ese mecanismo para promocionar su gestión.
“Es posible que algunos de esos elementos generen molestias producto de las diferencias políticas. Pero quien no lo ve por el lado político puede sentirse apabullado o perseguido por los símbolos o eslóganes que están en todas las esquinas, como en obras importantes y espacios públicos relevantes”.
Pacheco añade que hay una combinación de mensajes, sobre todo es la apuesta del Gobierno regional, que propone un arte con mucho colorido; es su manera de hacerse propaganda, colores que también se observan en fachadas de viviendas y edificios.
“Eso distrae mucho de la verdadera relevancia que tiene la obra. En el distribuidor Tarabana vemos una sobria cereza que se pierde de vista cuando nos encontramos con un exceso de color en el puente”.
Otro ejemplo que citó el urbanista tiene que ver con los pasos peatonales de colores. “Al ponerle color se confunde el verdadero concepto que tiene el área de cruce con la obra artística, incluso, hoy día están deteriorados. Algo atractivo se convirtió en un gasto que era innecesario amén de que no se corresponde con el color o norma internacional que establece que son blancos”.
Apunta que en algunos sitios los múltiples elementos coloridos pueden distraer o encandilar a los conductores ocasionando accidentes de tránsito.
Respecto a la sobreexposición del mobiliario urbano el abogado Emilio Urbina, especialista en Derecho Urbanístico, advierte que en Barquisimeto no hay una ordenanza que regule la contaminación visual. Sin embargo, a nivel mundial hay unos estándares de efectos visuales que se deben respetar porque llega un momento en el cual la suma de tantos elementos decorativos genera confusión y angustia en el peatón y conductor.
“Aquí lo que hay es una exagerada propaganda gubernamental de los tres niveles: municipal, estadal y nacional que no está controlada. De esa manera se genera una ilusión que tiene como propósito reflejar que el gobernante está ‘haciendo’ algo”.
Apenas, dijo, la Ordenanza de Muebles Urbanos (2008) lo único que contempla son regulaciones para el bulevar de la avenida 20 por eso por allí no se ven emblemas o marcas de gestión.
“Cuando una ciudad se llena de propaganda gubernamental la gente termina preguntándose si tal sitio es el patio de la gobernación o de la alcaldía o es la ciudad de Barquisimeto, por ejemplo. En psicología urbana esto se traduce en ansiedad”.
Urbina recomienda que se modifique la ordenanza de bienes públicos del municipio a fin de que se establezcan las pautas para el tipo de propaganda, sea comercial, política, gubernamental o institucional. El instrumento legal debe procurar los parámetros de localización bajo los estándares internacionalmente aceptados sobre los diversos tipos de publicidad.
Otra inquietud que surge sería ¿qué porcentaje del presupuesto municipal, estadal y nacional se usa en esos elementos corporativos?
Eso amerita una contraloría, ya que extraoficialmente se habla de jugosos contratos.
Finalmente, el artista plástico Al Vanegas expone que los eslóganes corporativos como Lara se siente y Me gusta BQTO son sin duda lemas vinculados al gobernador y al alcalde.
-Como propuestas quizás no están mal pero como iniciativa plástica no están bien incorporadas a la ciudad. Les falta calidad plástica, además el emblema de la alcaldía es una copia del artista norteamericano Robert Indiana autor de las letras LOVE. Tiene que haber un concepto urbanístico, arquitectónico y plástico. Mientras que la Gobernación con el lema estaría demarcando su territorio, pero está abusando y abundando en el tema, sin duda la saturación produce cansancio y contaminación visual.
Reitera que a Barquisimeto la han contaminado visualmente con información que se queda en las buenas intenciones.
“Asimismo, hay un uso y abuso de la imagen sagrada de la Divina Pastora. No se es más devoto por la cantidad de cosas que le hagan a la Virgen. La contaminación crea ruido y todo ruido molesta”.
Vanegas, quien fue director de Cultura, se pregunta por qué en lugar de malgastar los recursos en elementos burdos y de mal gusto, sin estudios previos, no se invierte dinero en el rescate del Monumento al Sol, el mural de Armando Barrios, que está en el polideportivo Máximo Viloria, el mural de El Garabatal de Esteban Castillo, la obra de Rómulo Contreras, la obra de Jorge Arteaga que está en la Concha Acústica o Los Espejos del Turbio de la avenida Ribereña.
Sin respuestas
En procura de todas las partes de la noticia se intentó contactar al gobernador del estado Lara, Henri Falcón, a través de su director de la Oficina de Información y Relaciones Públicas del Gobierno Regional quien respondió vía Whatsapp que le informaría al mandatario sobre la petición hecha por la periodista en virtud de este trabajo especial sin obtener otra respuesta en el transcurso de las horas.
Alfredo Ramos: la competencia es sana
El alcalde de Iribarren, Alfredo Ramos, también atendió nuestra entrevista.
-¿Están compitiendo la alcaldía y la gobernación?
-No, para nada. Para nuestra marca gestión la protagonista es la ciudad y sus ciudadanos. Así los barquisimetanos se apropian y desarrollan sentido de pertenencia.
-¿No cree que se está abusando?
-No pero si tú te pones a ver tenemos corporativos en muy pocos sitios.
-¿Cómo ve usted que la alcaldía coloque un elemento y la gobernación coloque otro detrás o delante?
-Creo que es un esfuerzo en conjunto. La idea es poner bonita la ciudad para que sea atractiva. El concepto de vitrinas urbanas se traduce en una definición integral de la ciudad. Parque Barquisimeto era un sitio inhóspito y se transformó. La gente se toma fotos en los corpóreos y eso es lo importante. ¿Competencia? sana y mientras sea así no hay problemas. La Alcaldía y la Gobernación hacen un esfuerzo para que la ciudad sea descontaminada desde el punto de vista político. Ocurre que con la polarización se generaron muchos mensajes políticos.
-¿Por qué no se invierten esos recursos en programas sociales?
-Bueno pero es que nosotros apenas tenemos cuatro emblemas corporativos en la ciudad. Paseo de la Devoción, Santa Rosa, Paseo Juan Guillermo Iribarren y Av. Venezuela en la entrada a Barquisimeto.
-¿Se culminó la obra Paseo de la Devoción?
-No, se trata de 7,5 km. Los números corpóreos se colocan para que la gente sepa el recorrido que hace durante la peregrinación, creo que fueron colocados todos.
-¿Las estatuillas frente al Churum Merú qué representan?
-Son los testigos de la fe. Un recuerdo a los adultos mayores, a la gente que arrancó la procesión. Creo que aún no hemos comprendido que la procesión de la Pastora pasó a ser la más grande de Latinoamérica. Eso genera turismo religioso.
-¿Se abusa de esta procesión para hacer propaganda?
-No, es turismo religioso. La gente va al Manto de María y a Santa Rosa, donde rehabilitamos el museo y le hacemos mantenimiento al pueblo. Para este año tenemos como proyecto la recuperación de la Sala de Reconciliación. También estamos trabajando con Hidrolara para eliminar las filtraciones y recuperar las vías de acceso.
-¿Está al tanto de que se salieron algunos adoquines durante la procesión?
-Sí y por ello al día siguiente envié cuadrillas de inspección para evaluar el control de daños. Ya se hizo el inventario y se rehabilitarán.
-¿Desapareció Proyecto Crepúsculo?
-Continúa y revitalizado, le inyectamos más recursos a cultura y deporte y tendremos a esos tres entes actuando en conjunto y semanalmente. Vamos a tener cinco espacios públicos con una oferta cultural todos los fines de semana. Me siento orgulloso de que mucha gente comentó que vieron una ciudad muy bonita.