Al finalizar el juego de Cardenales– La Guaira que fue televisado la noche del martes, los residentes del sector Multihogar de Pavia apagaron sus televisores y se acostaron a dormir. A las dos horas aproximadamente, en una de las viviendas cercanas se cometió un crimen que a muchos tomó de sorpresa la mañana de ayer.
Un solo disparo en la cabeza tenía José Antonio Rodríguez Chirinos (45), quien yacía boca abajo en una colchoneta que estaba dentro de una pieza en la casa de su padre.
“A mi me fue a buscar un vecino a las 6 de la mañana, le dijo a mi hija que era urgente y ella me despertó. El señor me dijo que en la casa donde estaba mi esposa se habían escuchado unos tiros y estaba la puerta abierta.
Eneida Giménez, quien desde hace cinco años era pareja del hoy occiso comentó que al llegar vio el cuerpo. La mujer relató que se ganaba la vida como albañil, era tan buena persona que la recibió con seis niños y uno de ellos en condición especial. En su relación tuvieron un pequeño que ahora tiene 3 años.
El padre del hoy occiso indica que calcula que eran entre las 12:30 a 1 de la madrugada cuando escuchó tres detonaciones, pero no se atrevió a salir de su pieza. De inmediato pensó que habían matado a su hijo y en la mañana salió y vio el cadáver.
Cree que no tenía problemas con nadie por lo que no entiende què pudo haber pasado, aseguró que su hijo cerraba la puerta del cuarto por dentro.
Junto al cuerpo sin vida de Rodríguez Chirinos, estaba un candando, además de una pipa, la cual es utilizada para consumir algún tipo de psicotrópico, por lo que se presume que el fallecido no estaba solo en el lugar y que el mismo conocía a su verdugo.
En Tamaca
La noche del martes en la comunidad Retén Arriba de Tamaca, fue asesinado con un disparo en la cabeza y otro en el pecho un adolescente de 17 años. El hecho fue cometido a las 8 de la noche.
En Chirgua
Un tercer hecho se registró en el sector José Félix Ribas de Chirgua II y es que a las 3:30 de la madrugada fue ultimada una mujer, convirtiéndose en la tercera en ser asesinada en el año.
Se trata de Yosmari Crisol Hernández Mendoza (20), era la menor de ocho hermanos y actualmente estaba estudiando en la misión Sucre. Era madre de un bebé de cuatro años, tenía año y medio, estaba separada de su pareja, pero se la llevaba bien con él e inclusive su suegra era quien se encargaba del cuidado del niño.
La noche del martes, la joven salió a disfrutar con algunas amigas, estaba a tres cuadras de su casa, una a una se fueron despidiendo hasta que quedaron dos. “Ella me dice que llegaron dos sujetos a pie para discutir con mi hermana y se decían cosas de lado y lado, ella trataba de meterla a la casa, pero mi hermana no se dejaba y de pronto uno de ellos sacó un arma y le disparó en el pecho”, relata Indira Salas, quien manifiesta que la joven corrió a avisarle para pedir ayuda, pero ya no había nada que hacer.
No entiende que pudo haber ocurrido, asegura que su hermana no tenía problemas con nadie.