La periodista Marianela Rodil y el camarógrafo Javier Rivero, ambos pertenecientes al equipo reporteril de la televisora regional Telecentro, denunciaron que este 17 de enero fueron obligados a borrar todo su material audiovisual por un funcionario de la Guardia Nacional, hecho que calificó como un acto de “violación y atropello” hacia su trabajo.
A continuación su relato vía telefónica para EL IMPULSO:
-Mi jefa me asignó una pauta en el CNE porque iba Avanzada Progresista a entregar un comunicado. Cuando llegué a la sede, me bajé yo nada más y afuera estaban dos empleados del CNE, ya era un poco tarde y yo pregunté por el señor Lohengri Niño – director del CNE Regional- para saber si podía dar declaraciones. Ellos me informaron que estaba en una reunión con los coordinadores. Luego les pregunto si las personas Avanzada Progresista habían podido llegar hasta allá. Ellos me informaron que sí, pero que ya se habían retirado. Me despedí, di las gracias, me dirigí hacia el vehículo y le pedí a mi camarógrafo que hiciera imágenes de apoyo de la fachada del CNE. Yo me quedé en el vehículo, mi camarógrafo se bajó y justamente afuera de la fachada del CNE estaban estacionadas entre cinco y seis motocicletas de la Guardia Nacional y el convoy verde donde ellos se trasladan. Había un solo funcionario, de hecho, estaba hablando por teléfono y mi camarógrafo le hizo señas para ver si se podía retirar para que no saliera en la toma y así evitar problemas, porque los demás funcionarios estaban todos dispersos. Mi camarógrafo, entonces, hizo tomas únicamente en la fachada, de las motos y el convoy. Cuando él va a retornar hacia el carro, le llega un funcionario por la espalda y le pregunta qué estaba grabando, entonces mi camarógrafo le responde que eran imágenes de apoyo para una televisora y él le comenta que eso estaba prohibido, que por qué grabamos, con autorización de quién, que eso no se podía y que por favor le mostrara las grabaciones que había hecho. Mi compañero accedió y le mostró las tomas, él (el camarógrafo) le dijo: “Mire, amigo en ningún momento salen los funcionarios. Simplemente son imágenes de apoyo”. Y el funcionario muy tajante le dijo que eso no se podía hacer y que debía borrar el material. Él le trató de explicar para seleccionar y borrar solamente el material que habíamos hecho ahí y el guardia le dijo que no, que debíamos borrar todo lo que estaba en la cámara. Él le volvió a decir: “Es que no puedo porque es mi trabajo de todo el día” y él (el guardia) le dijo que no, que no nos íbamos a poder ir hasta que no borráramos la información y a mi compañero no le quedó de otra opción que borrar todo el material que habíamos hecho desde las siete de la mañana. No le bastó que mi compañero borrara el material, luego le pidió nuevamente que ingresara a la galería de la cámara para verificar que de verdad habíamos borrado todo y no había quedado nada respaldado. Cuando él ve eso (el guardia), nos dice: “Necesito que se retiren” y lo acompañó literalmente hasta el vehículo, le abrió hasta la puerta, lo montó y le dijo que nos retiráramos porque allí simplemente no podíamos estar.
La periodista señaló que no pudo lograr ver el nombre del funcionario y él jamás les explicó por qué no podían grabar allí. Además aseveró que el camarógrafo accedió a borrar el material porque no estaban presentes otros colegas como testigos, por si les retenían sus equipos. Por último criticó que estos hechos sean frecuentes durante las manifestaciones, cuando la libertad de prensa y libre tránsito está garantizada en la Constitución Bolivariana de la República.