Mau de Ceballos y Segundo Ceballos, los capitanes del barco que se llama Unoes (Unión de Narradores Orales y Escénicos de Venezuela) celebraban 45 años de matrimonio cuando concedieron esta entrevista en la Redacción de EL IMPULSO el pasado 26 de diciembre, fue lo primero que comentaron a su llegada. El par de artistas, que no pierde oportunidad para bromear, consolidó el Festival de Oralidad más importante del país, que hoy día atesora 22 ediciones y pese a la grave situación económica, sus creadores no dejaron morir en 2016.
Los Ceballos se mostraron expectantes ante la propuesta A pesar del 13, sin embargo, no titubearon al responder nuestras inquietudes.
Lo primero que destacó el doctor Segundo es que EL IMPULSO es el diario más antiguo de Venezuela. “Lo más importante es cumplir 113 años en medio de una sociedad cada día más cambiante y superficial.
Mau, la ocurrente, opina: “el 13 me dice que faltan dos días para la quincena, a ver si alcanza”.
Sobre el papel del humor agrega: es una forma para soportar todo lo que está pasando en estos momentos.
“Yo trabajo mucho el humor porque es una vía de escape. Me río todo el tiempo porque me arrugo menos”.
Segundo oye a Mau y luego dice que lo primero que recordó tras la pregunta fue el disco Maestra Vida de Rubén Blades y la canción que reza “déjenme reír, para no llorar; déjenme cantar, pa’ que la pena no duela tanto”.
El humor, enfatiza, es para uno desestresarse. Está el humor descarnado, el humor de palabrotas, el humor negro y el humor muy bien trabajado como el de Aníbal Nazoa, Aquiles Nazoa y actualmente Laureano Márquez.
Mau añade: son humoristas que no buscan hacerte reír por un momento nada más, contrario a la comedia que no trae nada en la bola. Claro, cada quien tiene su manera de hacer humor.
Sobre si es posible ser optimistas en medio de la crisis la actriz subraya “yo sí soy optimista”.
Su esposo en sintonía responde que uno nunca debe perder el optimismo. Aunque todos estamos conscientes de la realidad, eso no quiere decir que nos vamos a resignar. Venezuela se puede enrumbar hacia una sociedad que entienda que para producir hay que trabajar y no atenerse a la renta petrolera. El Estado por su parte debe garantizar los derechos político y social, pero ello no amilana al ilustrador. Al consultarlo sobre el oficio que desempeña y cómo ha inspirado a muchos, expresó que quienes desean seguir sus pasos deben internalizarlo muy bien. Una vez claros, asumir de lleno el papel, practicar todos los días y sobre todo comprender que se trata de una carrera de largo aliento.
“Tal vez la finalidad que tiene todo humorista gráfico es que su trabajo sea visto por la mayor cantidad de gente posible y si tu mensaje es bueno eso ocurre con el tiempo. Es un trabajo que se construye grano a grano, poco a poco. Antes de darme a conocer estuve durante 12 años ilustrando los artículos de opinión de El Diario de Caracas en su segunda salida a la calle, la circulación era poca y no había redes sociales pero a pesar de todas las limitaciones yo seguí trabajando, con constancia y disciplina”.
Edo, autor del libro Así es la vía junto al reconocido humorista Laureano Márquez, aclara que es un error pensar que quien emigra se va a disfrutar, al contrario, se trabaja mucho más duro para alcanzar cierto reconocimiento. Nos comentó que sus familiares y amigos más cercanos están en Venezuela y a través de las redes sociales padecen juntos todo lo que ocurre en el país.
Reitera que se esfuerza mucho, la propia situación de su terruño lo aqueja día tras día por lo cual denuncia y refleja las realidades mediante el humor gráfico, es lo que sabe hacer, no obstante, plasma sus ideas inteligentemente.
“No hago humor desde las vísceras, ni desde la rabia porque allí se pierde el mensaje. Hay que hacer humor con el cerebro, para que las personas entiendan el cuestionamiento que se le hace al Gobierno y a la oposición”.
Explicó que ante el torbellino de noticias, a la hora de abordar una caricatura trata de elegir bien el mensaje. En su opinión, el régimen es especialista en cortinas de humo, conchas de mango y otros elementos distractores.
“Por ejemplo, la supuesta brutalidad de Nicolás Maduro, referirse a millones y “millonas”, nada de eso es improvisado, lo hace para que la gente lo califique de bruto, pero no por mal presidente. Es allí donde el humorista tiene que ser inteligente y sacar con pinzas el mensaje. No podemos meternos con un funcionario por bruto si no por mal mandatario, porque lo hace mal y hace sufrir a los ciudadanos, ese es el meollo del asunto”.
Precisa que si en un mismo día se generan múltiples noticias es mejor esperar, porque tiene más impacto presentar una o dos buenas caricaturas que diez ilustraciones sin sentido.
“De lo contrario terminamos como ese grupo de gente que de todo hace un chiste o que sencillamente se ríe por tener a un Presidente bruto”. Destaca que el humorista gráfico tiene la misión de no ser tan obvio porque lo evidente es enemigo del oficio.
-¿A pesar de los problemas cuál es la lección?, le preguntamos
-Esa pregunta me la hago todos los días. Creo que los venezolanos somos muy inmediatistas y los problemas queremos resolverlos rápido, siempre andamos esperando un mesías y eso fue lo que llevó a mucha gente a votar irresponsablemente en el 98 por un caudillo que sentó las bases para la destrucción del país. Esto que hoy ocurre es una enseñanza para que no estemos creyendo en mesías y aprendamos a cuestionar a quienes se presenten como tal. A pesar de todo, esto nos sirve para darnos cuenta que no podemos depender exclusivamente del petróleo, creer que por eso somos ricos y merecemos todo gratis.
Edo nos adelantó que seguirá participando en las diversas ferias de arte que se realizan en Estados Unidos, donde cosecha una carrera cargada de éxitos, tanto por sus caricaturas de denuncia como por su obra plástica y artística, que realiza de manera paralela. Aquí en Lara por ejemplo, nunca olvidaremos la maravillosa ilustración que dedicó al maestro Alirio Díaz cuando falleció.
Si los venezolanos no modificamos nuestra actitud podemos tener al Papa de Presidente y seguir en la misma crisis porque estamos acostumbrados a pasar por encima del otro y eso tiene que cambiar, apuntó Mau. Por otra parte, Segundo plantea que los espacios para el debate, independientemente de la postura política de cada quien, pueden tener nacer a partir de algo tan espontáneo y genuino como el humor.
Cuando les preguntamos ¿quién come cuento? respondieron entre risas que los cuentos de la Unoes se los come todo el mundo, gente de la MUD, el oficialismo y los nini, por tanto que la organización narra sus historias para todo el mundo, incluso, sentados uno al lado del otro. La Unoes es un punto de convergencia.
La pareja sueña con una Venezuela llena de venezolanos, con todos aquellos que se fueron y quisieran regresar. “Creo que para eso falta mucho”, apuntó Mau.
Señala que la lección a aprender es que somos vulnerables, que no somos infalibles y podemos sufrir tal y como lo han experimentado otros países latinoamericanos. “Nos creíamos los superhéroes, pensábamos que nunca nos iba a pasar nada”.
Respecto a la función que tienen los medios pese a sus limitaciones, indicaron que la tarea es seguir informando, ir más allá de la noticia y explicar por qué pasa lo que pasa.
Mau propone abrir espacios de discusión en la prensa, donde se confronten las ideas.
A pesar de todo, la Unoes y todos sus programas continúan porque han reestructurado sus iniciativas, las funciones y demás propuestas.
“Si tú no te refuncionalizas para hacerle frente a una situación crítica no tienes vida. Esto abruma pero si uno se paraliza, desaparece, así que continuar y seguir adelante es ineludible”, concluyó el doctor.