Una loable labor llevan a cabo en el Servicio de Radioterapia y Medicina Nuclear Carlos Liscano Luna del Hospital Central Antonio María Pineda (Hcuamp), en el que, desde hace tres años, están habilitados en horas de la noche para atender la mayor cantidad de pacientes oncológicos posibles.
En tres turnos está dividido el comprometido personal para recibir 20 personas en la mañana, aproximadamente el mismo número en la tarde, unas 15 en la noche, así como también las emergencias oncológicas (metástasis cerebrales y óseas, síndrome de vena cava y otros casos).
“Este servicio es una de las tacitas de oro del hospital, de los que mejor funciona. Tiene aire acondicionado, cámaras de seguridad, quienes vienen esperan sentados, sí se nota la diferencia”, comentó el director del Hcuamp, Marcial Daza.
No obstante, la bomba de cobalto que es utilizada para realizar los tratamientos, sufrió una avería, la mañana de este viernes, en una de sus partes.
Esta tiene más de 8 años en uso, y lamentablemente la correa que mueve la camilla se rompió. Por ello se debe esperar la reparación de la empresa encargada del mantenimiento -Meditron- del aparato (asignada por el Ministerio de Salud).
Ahora ciudadanos -entre 50 y 60- con cáncer de mama, próstata, cuello uterino, laringe y recto, se verán obligados a detener su régimen de terapias, mientras quienes buscan cupo deberán aguantar más tiempo.
Las sesiones deben realizarse los cinco días de la semana por alrededor de dos meses o diez semanas.
“Con esfuerzo, uñas y dientes hacemos lo posible por mantenernos tratando a los pacientes”, declaró la especialista de la dependencia, Zuricsadhai De León, quien se quejó por la falta de insumos médicos como guantes, alcohol, soluciones y otros.
Llegará fuente de energía nueva
Una nueva pastilla de cobalto, fuente de energía de la máquina, fue prometida por la Gobernación de Lara para el mes de febrero.
Esta permitiría aumentar la capacidad de auxilio hasta 100 pacientes por día.
