La lista preliminar de ciclistas inscritos previa al Congresillo Técnico rondaba la cifra de 151 y en revisión de la misma, el merideño José Rujano, cuatro veces titular, vuelve a soportar sobre sus hombros el peso del favoritismo para lo que será la 52 edición de la Vuelta al Táchira, cuyo inicio está pautado para las 2.30 de la tarde de este viernes 13 con las disputas del llamado Circuito Metropolitano, al enlazar en su recorrido a las ciudades de San Cristóbal y Táriba, en distancia a recorrer de 102.9 kilómetros con cuatro premios intermedios.
Rujano, ducho en lides de este tipo, deberá soportar desde el tramo inicial los fieros ataques que deben ejecutar los más serios aspirantes y principales enemigos, entre ellos los loteros Jhonattan Salinas, José Alarcón y Juan Murillo, además de los integrantes del bando correspondiente al Grupo JHS Aves, Yonnatta Monsalve y Jimmy Briceño, quienes en la reciente edición de la Vuelta a Bramón pusieron al descubierto sus condiciones y pretensiones de cara a la gran prueba del ciclismo nacional, con clara inclinación en los momentos decisivos hacia los dirigidos por el exciclista Alexis Méndez.
En el gran pelotón aparecen otra serie de nombres de ciclistas del país de grueso calado en sus condiciones, tanto para lo llano como la trepada, como el caso de José Contreras, Ronald González y Manuel Medina, entre otros, pero sus roles en los escuadrones que defienden están sujetos a ser defensores de los líderes netamente definidos en el párrafo anterior.
Hay también otra serie de ciclistas criollos de condiciones innatas para la topografía llana y que seguramente se mostrarán en los tramos iniciales, pero al presentarse la dureza de la montaña andina deberán rendir sus ambiciones.
En revista a los extranjeros, interesante la cifra porque se trata de nueve delegaciones o sextetas, cuatro de formaciones netamente colombianas y las restantes corresponden a Italia, República Dominicana, mientras que Cuba y Chile optaron por presentarse con seleccionados nacionales, sin que exista en una de ellas un ciclista de renombre, salvo alguna excepción, que pueda mezclarse en la fraticida lucha de los planteles anfitriones y de otras regiones del país.
Primero lo llano…
En lo que pudiera interpretarse como una entonación de condiciones, los consentidos de la carrera, con Rujano como pieza vital de ese gran engranaje, tendrán una primera parte desfavorable para el lucimiento, porque la topografía a enfrentar no tiene la dureza de la cuesta, hasta que en la quinta porción los ciclistas, después de transitar la planicie de Barinas vayan a encumbrarse hasta la ciudad de Santo Domingo en suelo merideño.
Desde ese momento, montaña tras montaña, pico tras pico, principales aliados de José Rujano, quien a los 34 años espera consagrarse por quinta vez en el giro andino y crear un club, el de los pentacampeones con un solo miembro, él.
En la parte final, trío de cuestas insustituibles en los recorridos modernos de la Vuelta al Táchira, La Grita, Cerro El Cristo y Casa del Padre, que contribuyen a moldear en gran forma la catadura y el talante del nuevo campeón sin que el tico Josep Chavarría pueda repetir al no hacerse presente este año.