Ya van varios años en los que la Divina Pastora es escoltada durante su procesión y, contrario a lo que muchos puedan percibir como “alejarla del pueblo”, se trata de brindarle protección a la Santa Madre y llenar su entorno de cantos y oraciones, siempre contando con la devoción de sus feligreses quienes la siguen manteniendo en hombros.
A pesar de haber sido en el 2011 cuando la Pastoral Juvenil realizara un “callejón de honor” para venerar a la Virgen durante su salida de Santa Rosa, estos fueron tomados en cuenta nuevamente cuatro años después, cuando se celebró el Enajó (Encuentro Nacional de Jóvenes) en la ciudad de Barquisimeto y así volver a ser parte esencial de las visitas que realiza la Divina Pastora cada año.
Desde el 2015 lo jóvenes han tenido un papel fundamental en este “acompañamiento de fe”, como ha sido llamado formalmente, pues el carisma, jovialidad y empeño en realizar una buena labor para cuidar a la Pastora, se los ha acreditado.
En su primera participación fueron aproximadamente 800 muchachos quienes decidieron involucrarse; así lo señaló Jorge Rodríguez, coordinador de la Pastoral Juvenil.
“Para ese momento se realizaron varios ensayos y asistieron jóvenes de diferentes diócesis por el interés de estar cerca de la Virgen y cuidar de ella”.
El cambio resultó positivo para la mayoría, pues se venía de una protección realizada exclusivamente por funcionarios de seguridad, lo que incluso generó molestia en los ciudadanos.
Para el 2016 lo jóvenes no estuvieron solos, pues contaron con el apoyo de la Pastoral Familiar. Además, se aprovechó para hacer mejoras en el trayecto, como fue algunos cambios de cordón para evitar tanto cansancio de parte de los cuidadores.
Con el pasar del tiempo, el número de personas que se amerita para realizar el acompañamiento aumenta, pues no se trata de una labor fácil, pero sí lleno de mucha fe y ganas de hacer las cosas bien para lograr que el entorno de la Divina Pastora sea lo más civilizado posible, y esté rodeado de espiritualidad.
Este año no será distinto y por eso se plantearon el reto de contar con 1.500 ciudadanos que protejan a la Santa Madre, estrategia que inició desde mediados del 2016 con el lema de “3.000 Brazos Para Ella”. El interés de los devotos en integrar tan importante cordón generó que incluso se sobrepasara la cantidad requerida.
Estar en cercanía con la Pastora de Almas genera gran entusiasmo, por eso, quienes estarán involucrados se han estado preparando desde hace semanas con el fin de organizarse lo mejor posible.
La mayor satisfacción para estos es lograr cuidar a la patrona de los barquisimetanos y permitir que llegue sin inconveniente alguno a la Catedral. Un trayecto largo, pero que para estos termina siendo apenas una pequeña parte del agradecimiento y para expresar la devoción que se le tiene.
“Se trata de ir con ella en oración, acompañándola con rezos, haciéndole sentir nuestro fervor”. Para los miembros del Acompañamiento de Fe es importante que la ciudadanía entienda que su trabajo en ningún momento es alejarlos de la Santísima Virgen, por el contrario, se busca que el resto de las personas también se integren en las acciones para alabar a María y comprendan que de esto se trata la procesión.
La devoción hacia la Divina Pastora trasciende los límites larenses, es por esto que el acompañamiento ha tenido presencia de jóvenes de otras regiones, que por interés propio han acudido a ser partícipes.
Tal es el caso de una pareja caraqueña, cuya empatía y fervor es tanto que viajan a Barquisimeto para estar presentes en los ensayos de preparación. “Son esas cosas las que llenan, ver que hay personas que sienten tanto aprecio por nuestra Madre. Ellos me han comentado que desde que se han acercado a la Pastora esta los ha llenado de bendiciones y por esto sienten un profundo agradecimiento”, comentó Rodríguez.
Cada año se ve una mayor presencia de jóvenes durante la procesión, y no solo se trata de estar, sino que ellos se encargan de colaborar en todas las maneras posibles para así expresar su gratitud. El ánimo de involucrarse en el catolicismo desde pequeños y predicarlo ha aumentado notablemente, como un punto positivo, al saber que así quedará un legado del fervor hacia la Divina Pastora, que cada vez irá creciendo más y más.
“Aquí no hay parroquia que no tenga chamos”, aseguró Rodríguez, afirmación que resulta bastante positiva y prometedora, a la vez que significa un compromiso para la iglesia quien debe continuar con la renovación y formación de la fe en los ciudadanos.
Nuevos acompañantes
La Pastoral Juvenil y Pastoral Familiar no serán los únicos en participar en el Acompañamiento de Fe; en esta oportunidad la Renovación Carismática Católica también tendrá presencia. Este último grupo tuvo una invitación especial, pues celebran 50 años desde su creación; destacó Sorangel Flores, coordinadora diocesana.
“Nosotros somos un comité de gracia cuya principal característica en la oración de alabanza”, señaló la coordinadora quien además de mostró entusiasmada por la oportunidad que se les está dando de contribuir con al menos 400 personas para conformar el cordón.
Si bien este grupo se ha involucrado de distintas maneras durante la procesión, esta vez será especial y por eso prometen llenar de cantos y las alabanzas que los caracterizan a la Santísima.
Hoy celebran sus 50 años y esto significa bendiciones, pues además de participar en el cordón, el logo que los representa formó parte de la capa del vestido que hasta hoy estuvo vistiendo.
“Somos bendecidos por ser tomados en cuenta. Nosotros continuaremos animando como lo hemos estado haciendo y también trataremos de involucrar a las personas para que participen con nosotros”, aseguró Flores quien acotó que muchas veces los confunden con evangélicos por el entusiasmo que tienen, pero no, simplemente es su manera de vivir el catolicismo.
Para ellos, la visita de la Virgen a la ciudad de Barquisimeto es digno de celebración y por eso no dudan en hacerlo a la vez que oran y realizan sus peticiones.
Flores afirmó que este año el cordón estará lleno de alegría y que de esta manera se darán fuerza los unos a los otros para realizar la labor que puede ser bastante fuerte debido a la masiva asistencia de devotos. “Sabemos que no es fácil y por eso queremos contribuir para hacer el trayecto lo más llevadero posible”.
Todo parece apuntar a que estos jóvenes y adultos que serán los “3.000 brazos para ella” generarán un ambiente idóneo para recibir y trasladar a la virgen a lo largo de su procesión.