Este país dolorosamente está destruido, afirma el Dr. Enrique Colmenares Finol, quien viene planteando desde hace dos años la necesidad de realizar una Asamblea Nacional Constituyente para refundar la República.
Ayer, durante la mañana, estuvo en el Colegio de Ingenieros del estado Lara, donde se realizó un foro sobre tal propuesta, para profundizar en la idea, que según confesó ha tenido amplia receptividad en todo el país y ya se han formado comités que la apoyan.
Lo único que no está destruido en Venezuela y nunca podemos perder es la esperanza de cambiar, de lograr el país del futuro, manifestó al hablar con los reporteros.
La manera de lograr ese objetivo es que hagamos un cambio de todo. Nosotros no podemos seguir ni con las mismas estructuras gubernamentales, ni con los mismos hombres y mujeres que manejan el gobierno, ni con las mismas estructuras institucionales.
La única vía pacífica, electoral, de reconciliación y constitucional es activar la rebeldía ciudadana, mediante un proceso constituyente originario.
La palabra originario implica rebeldía ciudadana: es el ciudadano el que determina cómo se reconstruye el país, resaltó. Nosotros lo tenemos en la Constitución, en el artículo 347, y por eso lo vamos a activar con la recolección del 15 por ciento de firmas, que no tienen que ser revisadas por el CNE, ni por ninguna organización del Estado venezolano.
-¿Por qué no las puede revisar el CNE?
-El CNE las puede revisar, pero no es el organismo que las tiene que avalar o aprobar. Porque esa es una decisión del pueblo, quien es el que va a decidir quién las puede revisar. Pueden ser instituciones internacionales que existen: ONU, OEA, la Iglesia y cualquier otra, que le van a decir al mundo: señores ahí están recogidas esas firmas, validadas y totalmente ciertas. Incluso tenemos historia reciente. En Honduras, Zelaya lanzó un proceso constituyente por insinuación de Hugo Chávez, quien le dijo que ningún poder constituido te lo puede controlar. Así lo hizo. Que le hayan dado el golpe de estado es otra cosa.El hecho es que en Venezuela nadie nos va a controlar esas firmas. Esto es una rebeldía ciudadana. Si la activamos hoy en cuatro meses podemos tener unas nuevas estructuras en Venezuela.
Necesitamos una revolución popular. En Lara, por ejemplo, tenemos que cambiar de cabeza a pies. Es la región más desinstitucionalizada de América. Con 20 mil kilómetros cuadrados tiene 9 municipios. Bélgica con la misma superficie tiene 536 municipios. Si el concepto de ciudadanía es que tenga un municipio a tu lado para que te resuelva tus problemas, este debe tener poder. Carora sería transformada en la gran provincia. Y El Tocuyo, Siquisique y los demás municipios serían estados.
Tendremos un gobernador en Barquisimeto que ejercerá sus funciones. No dividiremos a Lara, sino que se va a transformar. Y tendrá 92 municipios. Esta idea es extensiva a todo el país.