GRUESO sudor corrió por las frentes cardenaleras. El manido adagio de que “no hay enemigo pequeño” resonaba en los oídos de la tropa y sus fieles seguidores. Bravos hizo caso omiso de su personal disminuido, reserva escasa y una plantilla inferior en los papeles, para batallar hasta el octavo inning del séptimo juego, acariciando con ventaja 3-2 en la serie la posibilidad de hacer trizas los pronósticos, esos que muy de vez en cuando ven rota la lógica de este juego tan interesante. Muy profesional la escuadra insular, generadora de tantos dolores de cabeza para un oponente que, piensan algunos, entró al cotejo inicial de postemporada con el copete en alto, confianza que fue bajando con la realidad de los hechos… LARA se pareció al equipo de octubre, sin bateo oportuno, con averages pírricos y cierta desesperación en el plato. El béisbol, como cualquier otro deporte, vive de altas y bajas, vaivenes. Al final los nervios aprisionaron a Margarita y por allí se coló la divisa que porta el pendón de favorita. Errores puntuales carburaron el ataque de los crepusculares en un octavo tramo en el cual el desafío -recurso del video televisivo- abrió la puerta al triunfo, mediando la velocidad de Juniel Querecuto hacia segunda y de Paulo Orlando hasta el plato. Ahora muchos juegos pueden decidirse en el suspenso de unos árbitros metidos en un cuarto de repeticiones, con los aficionados comiéndose las uñas mientras aguardan un out o quieto salvador. Total, una victoria con la tecnología convirtiendo el out en safe para el jolgorio general.
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LUEGO de tragar grueso ante un rival crecido, Cardenales emprende la tercera fase de la misión. Luis Valbuena (.308) asumió su puesto de gran jefe del ataque y debe ser de ahora en adelante el bastión de siempre. La calidad de sus turnos llama la atención. En esta primera serie solo Jairo Pérez (.435) estuvo despegado en la ofensiva y en algún momento ningún otro pelotero superaba los .260 de average. La alegre llave de Vargas (.160) y Querecuto (.207) entró en crisis, mientras Jesús Montero (.250, 4CE) no producía al ritmo acostumbrado. Es vital la reacción de los dos hombres de punta en la alineación. Son el alma de la novena. Hasta el octavo episodio del séptimo careo los pájaros rojos acumularon 32 innings con apenas seis anotaciones, algo sorprendente para la tropa que atacó sin piedad en la fracción complementaria de la eliminatoria. El béisbol es así. Borrón y cuenta nueva… EL pitcheo, líder de esta fase con 2.75, volvió a sacar la cara, en particular los relevistas (2.43). Margarita fue sometida a cuatro carreras en las 34 últimas entradas. Cuando la artillería pistoneó, los brazos sacaron la cara, particularmente los bomberos, con Hassan Pena como cerrador implacable, trabajando hasta 5.1 capítulos en cuatro encuentros, aceptando dos hits y ninguna carrera. Jorge Martínez toleró una limpia en doce innings, mostrándose como el tirador de temple en la hora crucial. Ausente Luis Avilán, otro zurdo, César Jiménez, tomará el testigo como uno de los hombres del octavo, si es que no se consigue una nueva carta en el draft.
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CARDENALES se inclinó por Omar Bencomo como primera sustitución. El cartel del pitcheo abridor se energiza con el derecho de Bravos, cuya tarea de trece innings ante Lara fue de solamente dos limpias y siete hits. La otra escogencia, obvio, depende de lo que dejen los tres equipos restantes. Aparte, era necesario conocer cual club se quedaría en el camino, Aragua o La Guaira. Bencomo recibió el encargo y la confianza del piloto Luis Dorante para ser el pitcher abridor de esta noche en Barquisimeto en el primero de la serie frente a La Guaira… UNA de las preocupaciones principales radicaba en la extensión del permiso para Manuel Piña por parte de Milwaukee. El propio receptor gestionaba la buena pro con los Cerveceros. Ese sí es un asunto vital. Se desestima en principio tomar un catcher en el draft por el desconocimiento que el nuevo receptor tendría del cuerpo de serpentineros. En todo caso la gran responsabilidad recaería en Gustavo Molina, quien ha hecho gran trabajo como respaldo detrás del plato… EN apariencia -¡mucho cuidado con eso!- a Cardenales le tocará un contrario disminuido. Los Tiburones fueron masacrados por Caribes, y Aragua barrido por las Águilas. Pero la historia tan reciente con Bravos debe servir de escarmiento y lección. La historia de este deporte está enriquecida con ejemplos rotundos de muchos David sonándole la pedrada precisa a cada Goliat. A jugar pelota, pues. La final está a cuatro victorias, pero el camino puede ser culebrero.
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ENERVA ver el estadio “Antonio Herrera G” con tan hermosa panorámica digna de ser colgada en un portal permanente. No es alabanza vana ni suposición extrema. Esta es la mejor afición del país por su respaldo y comportamiento. La alegría y el colorido enorgullecen a quienes llevamos el gentilicio larense. No importa cual equipo sea el contendor. Fue con Bravos que se llenó la plaza en dos juegos palpitantes. Ni una localidad vacía, a reventar el parque, contra un club que no goza de seguimiento especial… SOLO un Caracas-Magallanes -17 mil 343 personas el 19 de diciembre- superó esta temporada la entrada de 16.680 aficionados que antenoche brindaron la máxima decoración posible al espectáculo, coronando sus anhelos con una victoria llena de drama. Los cuatro partidos contra Margarita -56.119 aficionados- fueron en promedio mejores que cualquier cuarteta de encuentros entre los eternos rivales. Eso da 14.029 por encuentro. Se hizo pequeño el parque del oeste. Cuántos se habrán quedado sin adquirir la boleta de ingreso. Nuestro apreciado John Carrillo, acucioso recopilador de estos detalles, señala que la única plaza que aumentó su media de asistencia en la 16-17 es la de Barquisimeto, con un total de 7.774 por compromiso… EL draft se efectuará probablemente a las diez de la mañana de hoy… CARDENALES celebró en el terreno como si de una instancia mayor se tratara. Es que el hambre de triunfos va en aumento. Se trata de buscar la primera corona en 16 años. Y hay equipo para ello. Como dicen en los toros: ¡Que Dios reparta suerte!