La tarde de ayer los presos del Centro de Coordinación Policial Norte, ubicado en Carorita, comenzaron a alzarse, pedían traslados a centros de reclusión, pues sostienen que las condiciones en las que permanecen recluidos son inhumanas.
Se conoció que en dicha comisaría están recluidos 70 privados de libertad, distribuidos en dos calabozos que tienen una capacidad máxima para 20 internos.
Desde hace días los reos se vienen amotinando y algunos ya habían procedido a coser sus bocas en modo de protesta, pero fue la tarde de ayer cuando comenzaron a auto flagelarse.
En total fueron 17 los privados de libertad que actuaron en la revuelta y 10 debieron ser sacados hasta el ambulatorio de Tamaca para ser atendidos por las cortadas que se hicieron.
Al centro de coordinación tuvo que hacerse presente el Fiscal 13 con competencias en Asuntos Penitenciarios para escuchar las peticiones de los reos y ser garantes que a los mismos se les estuviera respetando sus derechos.
Familiares que no quisieron identificarse por temor a represalias indican que los presos pasan mucho trabajo a la hora de dormir, les ha tocado hacerlo parados, sentados, turnarse y han tenido que tomar la opción de hacer hamacas con sábanas y guindarlas una a lado de la otra porque no tienen espacio alguno para moverse.
Indicaron que para hacer las necesidades deben usar el mismo calabozo y la falta de aseo de los compañeros ha generado muchas enfermedades en la piel, entre ellas escabiosis la cual es contagiosa.
Piden ser trasladados a un centro penitenciario para pagar sus condenas o terminar de ser procesados en dicho recinto.
Indican que los traslados a los tribunales es otro tema del cual sufren los reos que permanecen en cada uno de los calabozos de Polilara porque por lo general no tienen unidad para llevarlos hasta el Edificio Nacional. Así mismo, el tema de la alimentación, los gastos diarios y la falta de visitas es algo que sufren tanto los reos como sus familiares.
No han hecho traslado
Edilberto León director de Seguridad y Orden Público del estado Lara, en reiteradas oportunidades ha denunciado que los calabozos de Polilara están abarrotados de privados de libertad, presentando un hacinamiento de 397 %, pues su población actual es de 1.197 reos y su capacidad es de 237.
León ha destacado que las comisarías son centros de pasos, en donde un preso no puede estar más de diez días y ya tienen algunos que cuentan con más de dos años y hasta con sentencia firme tienen en los calabozos.
Dicho hacinamiento ha generado muertes dentro de los mismos, riñas colectivas y huelgas de sangre.
La última fue el pasado 12 de diciembre del 2016, cuando en los calabozos de la comandancia general asesinaron a Jesús Alexander Millán Mendoza, de 36 años, en el hecho dos reos más resultaron heridos. Ese mismo día en horas de la tarde de la estación policial del norte ingresaron cuatro presos lesionados con armas blancas habían tenido una riña colectiva.
En esa ocasión el comandante de Polilara, Luis Rodríguez, una vez más hizo un llamado a Iris Valera, ministra de Asuntos Penitenciarios para que les diera cupo en el Centro Penitenciario David Viloria, conocido como Uribana y a los penados para ser trasladados hasta la Comunidad Penitenciaria de Fénix, porque desde hace dos años no hacen traslado alguno.
