Aunque la Asamblea Nacional tiene la facultad constitucional de declarar el abandono de cargo por parte del Presidente de la República, coinciden en afirmarlo los profesionales del Derecho Enrique Sánchez Falcón, abogado constitucionalista; y Rafael Simón Jiménez, ex vicepresidente del parlamento venezolano.
Lo que vale la pena estudiar es si existe abandono de cargo en el caso de Nicolás Maduro. Se ha establecido por eso dos posibles interpretaciones: una, por muerte o por desaparición física cuando el Presidente abandona voluntariamente el cargo. Esto ocurrió con Alberto Fujimori, en el Perú, quien se fue a Japón. Se ha interpretado también que puede haber por la vía de la desacción, del incumplimiento de las facultades constitucionales residenciales y la responsabilidad de las potestades del ejercicio efectivo de la presidencia de su titular.
En Venezuela, a decir verdad, sostiene Jiménez, no están dadas ninguna de las dos condiciones. El Presidente está gobernando mal, catastróficamente, contra los intereses del país. Como dijo monseñor Diego Padrón al abrir las sesiones de la Conferencia Episcopal: “nunca un gobierno había hecho tanto sufrir a un país”. Pero, está gobernando. No se puede calificar que Maduro haya dejado de gobernar. Es distinto gobernar contra la Constitución o desastrosamente que no gobernar; es decir, abandonar el cargo. Desde ese punto de vista, el pronunciamiento de la Asamblea Nacional no tiene más que el contenido de una declaración política. Le está enviando un mensaje al país en el sentido de la catástrofe de gobierno que estamos enfrentando y de la necesidad de que se convoque a unas elecciones y que el pueblo sea, como en toda democracia, el árbitro de la situación.
Henry Ramos Allup, expresidente de la Asamblea Nacional, lo explicó correctamente_ no hay que hacerse ningún tipo de ilusiones en que ese pronunciamiento va a tener consecuencias más allá de la declaración política.
Considera el Dr. Jiménez que este gobierno, al cual compara con un elefante autoritario, militarista, caudillista y causante de esta tragedia, hay que comérselo a pedacitos, porque de un solo jalón ha fracasado. La oposición en un replanteo inteligente de su estrategia debe conquistar posiciones de poder que vayan agotando al régimen, como sería lograr la mayor cantidad de gobernaciones y alcaldías, obligando a la celebración de esas elecciones. Ese triunfo afectaría las posibilidades de que este gobierno siga conduciendo al país.
Por su parte, el Dr. Sánchez Falcón manifestó que si bien la previsión del abandono de cargo del Presidente está contenida en la Constitución, se requiere que efectivamente haya habido el retiro o desprendimiento absoluto de la función.
Desde mi punto de vista, en este momento no se ha dado, dijo el abogado constitucionalista. Entiendo que la decisión de la Asamblea Nacional no es sino un hecho político.
Se trata de una acción política con la que se pretende de alguna manera enfrentar la situación política que el país está viviendo en este instante. Pero, que no tiene consecuencias.
Es una decisión que podrá apreciarse políticamente, más no jurídicamente.
En este último aspecto no creo que están dadas las condiciones para declarar el abandono del cargo y obviamente esa decisión no producirá ningún efecto.
Recalcó el Dr. Sánchez Falcón que se trata de una medida que lo que pretende es agitar, mover la discusión, de alguna manera sensibilizar la opinión pública sobre el mal gobierno del Presidente Maduro, lo que es cierto.