En muchos casos el cierre es inevitable. Alberto Gámez, presidente para Lara de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámara), declaró que tras el anuncio de ajuste de salario mínimo, diversas empresas en la entidad meditan la posibilidad de no retornar a sus labores, luego de tomar vacaciones colectivas en diciembre.
De las 98 empresas agremiadas que notificaron a la cúpula regional su salida a vacaciones decembrino, 27 habrían reportado hasta la mañana de ayer, no regresar a sus actividades, por no contar con los recursos ni medios para asumir el costo de nómina.
Otra parte de las instituciones afiliadas retomó ayer sus oficios, para estudiar entre la alta gerencias, las posibilidades de maniobra con las cuales cuentan. En su mayoría no prestaron servicio al público, por lo cual también existe la posibilidad de que algunas declaren cierre en los próximos días.
“Esto es preocupante y desesperante”, comentó Gámez al consultarle sobre el decreto presidencial.
-Algunos estaban dispuestos a abrir ahorita en enero, a pesar de la crisis del país, pero con este aumento salarial se agotaron las posibilidades de muchas empresas sin posibilidad de pago.
Acotó que la retroactividad del 1 de enero no tendría tanto peso en los costos de nómina, a diferencia de los pasivos laborales que estos ajustes generan.
Agregó que el ajuste de la Unidad Tributaria (UT), que según anunció el Presidente será para los próximos días, también representará un incremento importante en los costos, ya que altera montos de bono de alimentación, así como pago de impuestos y otros.
Gámez reiteró que sin un viraje de 180º en la política del Ejecutivo nacional, el cual incluya la discusión tripartita entre Gobierno, trabajadores y empresarios, no divisa un cambio.
Subrayó que el gremio no se opone a mejorar los beneficios de los trabajadores, pero carecen de condiciones. En consecuencia, en los rubros posibles, se traslada el incremento a los precios, luego son pagados por la misma población.
Golpe desleal
Gámez calificó el incremento como “un golpe desleal” que les da el Gobierno nacional, luego de convocarlas al relanzamiento del Consejo Nacional de Economía Productiva.
-Pensábamos que con este nuevo ministro de Economía y Finanzas podrían haber cambios, pero mantienen su radicalidad en la toma de decisiones… Esto es un golpe certero y de muerte para el empresariado. El cierre de empresas es inevitable.
Subrayó que Fedecámaras no fue invitada a la reunión de este lunes y que asistir tras el reciente ajuste salarial sería una burla. “Sería ir con un ala herida”, comentó el empresario larense, quien acotó que al referido encuentro, sólo fueron llamados los más cercanos al Gobierno.
La insignificancia y la dificultad
-Para el trabajador el ajuste salarial es insignificante, le durará poco y por eso están preocupados. Pero para las empresas es una carga económica difícil de asumir. La carga a final de año será mucha… En este momento no podemos cuantificar cuánto por ciento incrementarán los precios, pero de seguro ocurrirá.
Acotó que esta última práctica obedece a la realidad de los costos de reposición de materia, motivado a factores como la inflación.
No negó la posibilidad de que aquellas empresas que no cierren la santamaría se vean obligadas a reducir el personal, incluso con las consecuencias que eso acarrea. “No hay manera de aguantar”, comentó.
En tal sentido, recordó que en el año el Presidente ha incrementado en cinco ocasiones el salario, lo que se podría interpretar como “una señal de debilitamiento del Gobierno”, que no sabe cómo afrontar la crisis. Lamentó que el Ejecutivo nacional no cuente con una visión económica y que tampoco se rodee de gerentes exitosos que lo orienten para salir de la crisis.
Gámez acotó que los incrementos salariales deben corresponderse con condiciones económicas y productivas positivas para el país. “En la medida en que tengamos estabilidad económica, en esa medida será propicio mejorar las condiciones laborales. De lo contrario será la condena para los sectores productivos”.
Es de recordar que en los tres años de mandato del presidente Nicolás Maduro, Venezuela ha registrado altas cifras inflacionarias y caída consecutiva del Producto Interno Bruto (PIB). En el mismo período, también ha decretado quince aumentos de salario mínimo.