Comenzó el nuevo año y cuando todos nos preparamos para celebrar el 113 aniversario del Diario EL IMPULSO, el Decano de la Prensa Nacional, el Gobierno nacional por intermedio de su órgano “censor” la Corporación Maneiro, ya había trazado una maligna estrategia para aguarnos la fiesta, tal como se dice en el lenguaje popular.
Es así como valiéndose del control monopólico que ejerce la Corporación Maneiro, en la importación de la materia prima de los medios impresos: papel, tinta y planchas, estos incumplieron los procedimientos y acuerdos existentes, dejando sin las bobinas de papel necesarias, para imprimir la edición especial del Diario en su fecha aniversaria.
Lo ocurrido fue el capítulo final de una trama montada durante todo el año 2016, con la manida intención de obstaculizar la impresión y circulación de un medio independiente, con un contenido veraz, imparcial y objetivo, con una línea editorial vertical y con tendencia a la crítica constructiva.
Por otra parte, esto no se trata de un hecho aislado o casual, sino que responde a una estrategia de carácter político, concebida en el proyecto de hegemonía comunicacional, que les permitiría a los ideólogos de este oprobioso régimen comunista-militarista, seguir engañando a la población con informaciones falseadas.
También es oportuno considerar, que este certero golpe no va dirigido de manera exclusiva a la familia Carmona, sus accionistas fundadores, ya que son varios los empresarios y medios radioeléctricos, audiovisuales e impresos, que han debido transitar por las arcas caudinas de esta mal llamada revolución.
Ahora bien, en este momento es necesario entender la imperiosa necesidad de que los diferentes sectores del país: políticos, empresariales, gremiales y toda la sociedad civil, cierren filas en defensa y solidaridad con este medio de comunicación, que durante un siglo ha sido puerta y ventana de la opinión pública.
Los ciudadanos debemos estar claros, que nuestro país se encuentra al borde del abismo, con una evidente mayoría que reclama un cambio inmediato en todos los órdenes, con una marcada carencia de organizaciones políticas opositoras claras y confiables, y una orfandad total de liderazgo, que sea capaz de encausar y avivar el descontento popular.
De tal manera, que ante el complicado escenario presente es imprescindible poder contar con medios de comunicación independientes, libres y críticos, que se conviertan en entes catalizadores del descontento popular y sean además, reales intermediarios entre los emisores y receptores de los mensajes de la población y así evitar que se produzca la explosión social en ciernes.
No podemos dejar de mencionar, lo que tiene que ver con el aspecto económico de la empresa, los compromisos contraídos en las pre-ventas de publicidad relativas al ejercicio fiscal del año 2.017 y algo sumamente importante, que ocurriría con las más de 30.000 fuentes de trabajo, que directa o indirectamente, dependen de este grupo económico.
En conclusión, hacemos un urgente llamado a la ciudadanía en general, a asumir con valentía, con gallardía y sin asomos de dobleces, la defensa de este icono y valor patrimonial de la comunicación larense, en la seguridad de que estaremos dando una demostración de apego y pertenencia por lo nuestro y además no olvidemos que: “No es posible ser medio libres ni medio ciudadanos”. Valor y pa’ lante.