En uno de los más largos juegos de su historia, de poco más de siete horas, Cardenales perdió con un sencillo de Jesús Aguilar uno de esos lances con detalles tan extraños como constantes. Bravos necesitó de 19 imparables para poder alcanza una victoria que lo coloca a un tiro de avanzar a la semifinal frente a uno de los escuadrones favoritos de la actual temporada.
Lara fue un equipo dominado abiertamente por el pitcheo opositor y fue un club que desperdició las pocas oportunidades que tuvo de sellar la conquista. No se corrieron bien las
bases, no se hicieron los fundamentos respectivos al buscar el toque de bola y definitivamente el equipo fue adormecido por un total de nueve tiradores contrarios, que al final guiaron el camino a una victoria merecida para una novena que, insistimos, no estaba entre las candidatas para instalarse en la siguiente ronda y se encuentra cerca de lograr lo que parece una hazaña.
Un equipo margariteño que ha perdido varias de sus fichas fundamentales y que no podrá contar en lo sucesivo con un bateador del nivel de José Osuna, mandado a frenar por su organización en Estados Unidos.
Se perdió un buen pitcheo abridor de Raúl Rivero, a pesar de que recibió algún castigo y
no se encontraba de la mejor forma. Sin embargo, llegó a ponchar a nueve rivales en cuatro
innings y se mostró con una recta de fuego, permitiendo solamente una carrera. Lara se había adelantado en el marcador después de que Jairo Pérez llegara a la registradora, empujado por un sencillo de Gustavo Molina en el tercer episodio.
El club larense, a diferencia de Bravos, dispuso de pocas situaciones de peligro, además de que se encontró con una gran defensiva de los isleños, vital en el resultado final. Rangel Ravelo falló en varias oportunidades, bateó en dos ocasiones para doble play y cuando conectó doblete en el capítulo once, siguió para tercera tras un rolling de Carlos Rivero al campocorto y allí fue inmolado.
Acto seguido, Luis Valbuena conectó sencillo e hizo ver más notoria la mala corrida del antillano, al buscar alcanzar la antesala, con un rodado que pasaba frente a sí. Lara utilizó un total de 12 pitchers en un esfuerzo inútil, porque no alcanzó el objetivo y, en cambio, sufrió un peligroso revés que lo deja con una gran necesidad, en vísperas del sexto choque, este lunes, en el Antonio Herrera Gutiérrez. De vuelta a casa, tocará hace sentir los maderos, como fue su característica en la parte final de la ronda eliminatoria, y respaldar el desempeño del lanzador Jorge Martínez para evitar una cuarta caída que significará ir a la disputa de un incómodo y angustiante juego de comodín.