Una pareja de esposos transitaba por el este de la ciudad en una moto, aproximadamente a las 02:30 de la madrugada de ayer, y colisionaron contra una camioneta. El choque les comprometió en gran medida la salud a ambos. Uno no pudo resistir.
Gustavo Yurbano Quintero Suárez, de 31 años, de acuerdo a la información aportada por la familia, y su esposa, habían salido de una tasca donde compartieron con unos amigos y se desplazaban por la urbanización Fundalara, avenida Caroní, frente a una heladería, cuando sucedió el accidente.
A ambos los trasladaron a la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp), pero a Quintero le dio un paro respiratorio y murió cerca de las 4:00 de la mañana.
Entre tanto, a la mujer los parientes decidieron llevarla a una clínica, pues su estado era delicado.
Dos pueden ser las formas cómo ocurrió. Una, dijeron los allegados, Quintero cometía una infracción cuando se encontró sorpresivamente con el otro conductor; y otra que este último, presuntamente tras el volante de una Blazer, pasó con exceso de velocidad y lo atropelló.
Ninguna de estas versiones las confirmó la Policía Nacional Bolivariana a la familia.
El fallecido era “un excelente hermano e hijo”, refirió una de las dos hermanas. El abuelo lo describió como un hombre afectuoso y querido entre su familia. A la madre le procuraban calmar los sollozos otras mujeres de la familia. Con abrazos intentaban darle refugio al dolor de una madre que perdió a su único hijo varón.
Quintero era comerciante, vivía en El Malecón y deja huérfana a una niña de 10 años.
Se ahogó cuando aseaba a una yegua
Este jueves, una adolescente de 13 años salió desde su casa, ubicada en el caserío Las Cuibas de Cubiro, municipio Jiménez, para bañar a una yegua, pero no regresó con su familia. Horas después encontraron el cuerpo flotando en una laguna cercana.
La llegada del animal a la vivienda sin la muchacha alarmó a los parientes y, enseguida, salieron a buscarla. Para cuando la encontraron ya no tenía signos vitales.
La jovencita acostumbraba a ir con frecuencia a la laguna para asear al animal. Se desconoce qué pudo haber pasado para que ella cayera dentro de la cavidad cubierta con agua.
El cuerpo no estaba golpeado ni tenía heridas. Se presume que cayó a la laguna de manera accidental.