El papa Francisco bautizó el domingo a 28 bebés en la Capilla Sixtina y bromeó anunciando que «el concierto ha comenzado» cuando los llantos de los pequeños fueron en aumento.
El pontífice ofreció una homilía corta señalando que los niños podrían estar incómodos por hallarse en un lugar nuevo para ellos o por tener que madrugar para la ceremonia matinal en la capilla, decorada por Miguel Ángel. Es el mismo recinto donde se celebran los conclaves papales a puerta cerrada. Francisco dijo que tal vez la primera «homilía» de Jesús fueron sus llantos de bebé.
Los padres se acercaron uno a uno a Francisco, con los niños elegantemente vestidos en brazos de sus madres. Francisco pronunció el nombre de cada niño mientras impartía el sacramento para recibirlos formalmente en la iglesia católica.
Algunos pequeños durmieron durante toda la ceremonia, otros se mostraron inquietos. Al menos una de las madres amamantó a su bebé durante el acto.
El sábado, el papa bautizará a ocho bebés nacidos en la región del centro de Italia devastada por un terremoto.