Como el peor año de la historia de la industria petrolera, calificó Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, el desempeño durante el 2016 de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), puesto que instalaciones como la Refinería de Amuay, que días atrás cumplió 67 años de fundada, apenas funcionaron con el 30% de su capacidad instalada.
-Nos convertimos en un país importador de combustible y nos encontramos en una situación de menor productividad, en comparación a cuando no existía Amuay… De ser la segunda industria petrolera del mundo, pasamos a ser una más del monto.
Detalló que el promedio de producción diario de 2016, de las cuatro principales plantas refinadoras del país, fue de 400.000 barriles, sobre una capacidad instalada de 1.300.000 barriles en igual periodo.
En el rubro gasolina se produjeron a escala nacional sólo 90.000 barriles de gasolina diarios, frente a un consumo nacional de 260.000 barriles. De gasoil se obtuvieron 110.000 y el consumo diario nacional es de 210.000 barriles.
En producción de gas, sólo se obtuvo el 10% de la capacidad instalada de producción para el consumo nacional.
En cuanto a producción de aceites lubricantes, acotó que en Venezuela sólo la refinería Punta Cardón los produce y durante el 2016 no se obtuvo “ni una lata”.
-Eso nos indica la situación de Petróleos de Venezuela a nivel de operaciones.
Recordó que las condiciones de trabajo son inseguras y que al terminal el año se registró una explosión en la Costa Oriental del Lago, estado Zulia, donde hubo dos fallecimientos y varios heridos.
-El año 2016 en todas las instalaciones de PDVSA hubo accidentes, 15 muertes y 30 lesionados en condición de discapacidad. Fue un año bastante negro para la industria petrolera nacional.
Igualmente, subrayó la cuantiosa fuga de talento en la estatal. Aproximadamente serían 4.000 jubilaciones prematuras y renuncias.
A esto agregó que Venezuela no sólo se convirtió en un país importador de combustible, sino también de crudos livianos, cuya producción en el Lago de Maracaibo cayó por debajo de los 500.000 barriles, mientras que en 2009 se producían 1.300.000 de estos.
En materia de aditivos, expresó que estos se importan. “Con las plantas catalíticas producimos gasolina de bajo octanaje… Pero todas las plantas de alquilación están paralizadas desde hace más de un año. Las hidrodesulfuradoras que le extraen el azufre al gasoil también lo están y tenemos que importarlo, lo que ha motivado que los niveles de importación hayan llegado a los 100 y 150 mil barriles de gasolina por día y entre 70 y 80 mil barriles de gasoil por día”.
Subrayó que de no haber fallas en la producción de combustibles no hubiesen habido periodos de desabastecimiento como ocurrió recientemente en Lara y otros estados del país.
Detalló que desde hace seis años la planta catalítica de El Palito registra severas fallas, ocasionadas por la falta de mantenimiento.
No cuentan con todos los insumos ni repuestos para las reparaciones y mantenimientos y sólo se cumpliría con el 10% del protocolo de paradas.
Agregó que a PDVSA se le ha vuelto aún más complejo importar combustible, ya que las empresas que lo venden exigen el pago inmediato. Antes de descargar el buque deben realizar la transferencia, por lo que incluso han quedado atracados hasta dos meses esperando por pago.
Esta sería la verdadera razón de una disminución en la importación de gasolina y gasoil, según explicó Freites.