Esto no fue una zafra sino un sufra”, expresó el ingeniero Luis Valencia, administrador del Terminal de Pasajeros de Barquisimeto en lo referente al balance de viajes que se evidenció en el mes de diciembre.
En diciembre del año 2015 casi un millón de personas utilizaron las instalaciones del terminal. Sin embargo, para este año la cifra de la movilidad disminuyó 40 %, dado que ni siquiera 600.000 personas se trasladó a través del terminal.
“Esto es una muestra de lo golpeado que está el bolsillo del venezolano y la devaluación que hay en lo moneda”, expresó Valencia.
Igualmente, destacó que en el momento cuando se presentó la demanda se cumplió y ningún pasajero se quedó varado por falta de unidades y; desde el punto de vista de seguridad no tuvieron incidentes los cuales lamentar, puesto que por primera vez en los últimos 20 años el terminal no amaneció un 25 de diciembre o 1ero de enero con una denuncia de robo o hurto de locales comerciales o unidades de transporte. Esto, según Valencia, fue producto del mismo cierre que se incorporó en la institución y del nuevo sistema de cámaras.
Sin embargo, no puede negar cómo se han visto afectados por la situación económica del país. Como ejemplo de eso, el primero de enero ni 1.000 personas se movilizaron por el terminal.
“El primero de enero esto parecía un pueblo fantasma. El carro que fue a cargar para Caracas entró a las 8:00 de la mañana y era la 1:00 de la tarde y todavía estaba allí esperando que llegaran pasajeros, producto de las malas políticas económicas de este Gobierno”.
Por otro lado, el administrador del terminal destacó que para este año 2017 tienen la intención, meta y vista clara de culminar parte de esos proyectos que el alcalde Alfredo Ramos ha planificado para el terminal como la fachada y recuperación de ese espacio, construcción de una sala de espera para todos los ciudadanos que visiten el terminal y la ubicación del comercio informal, que va a llevar a que en un lapso menor a dos meses los pasillos y andenes de pasajeros estén totalmente despejados.
Comercios cerrados
En aproximado el 68% del comercio en el centro de la ciudad se encontraba cerrado. Trabajadores de algunas tiendas manifestaron que para estas fechas el centro era un completo desierto pero muchos comerciantes se vieron obligados a trabajar para tratar de recuperarse de la disminución de las ventas en el mes de diciembre.
“No podíamos simplemente darle los cinco días libres a nuestros trabajadores como antiguamente lo hacíamos. Casi no vendimos en la zafra decembrina y no nos podemos dar el lujo de perder clientes. El centro está lleno de gente que visita los bancos y algo lograremos vender”, expresó Marcos Piña, dueño de un local de ropa en el centro de la ciudad.
