“A pesar de todos los intentos para controlarnos a través de la desesperanza yo no pierdo la sonrisa”, con esa frase inició su entrevista Nancy Manchado, con respecto al 113 aniversario de EL IMPULSO.
Nancy Machado, como ella misma se describe es una mujer multifacética, dedicada a su carrera como cantante, narradora, locutora y docente. Quien se niega rotundamente a dejar de realizar lo que ama, a pesar de toda la presión a la cual se encuentra sometido el venezolano cada día.
“A pesar de todo ese complot maquiavélico de desesperanza, debemos usar el humor como una herramienta y forma de control”, expresó la artista, quien actualmente realiza presentaciones de microteatro, con el fin de hacer que las personas, así sea por 15 minutos se olviden de la situación del país, se recarguen de pilas, esperanza y la posibilidad de conectarse con lo bueno y positivo de los venezolanos.
“Las dificultades que hoy día se viven en el país sacan lo mejor o peor de nosotros. En cada crisis hay una posibilidad y oportunidad, es por eso que en mi trabajo siempre trato de hacer lo mejor que puedo, ya sea en la radio o en las tablas, siempre busco inyectar ánimo, agarrada de la fe que sin esa gasolina no podría hacer nada”.
Machado lidera un grupo de autoayuda que lleva por nombre, Vida Sana para Mujeres que Aman Demasiado. En sus charlas toca siempre temas de mujeres, parejas y de situaciones que hacen que los oyentes vean su reflejo.
“A pesar de que la realidad es algo que a veces no queramos aceptar, en mis presentaciones siempre buscó retratarla a través de sketches que me salen de manera espontánea. A la final, cuando una persona se ve en un espejo, termina riéndose, ya sea porque se da cuenta de los ridículas que nos vemos armando un show, llamando 500 veces a un hombre que no quiere saber de nosotras y no nos quiere contestar, mientras oímos una canción de sufrimiento de Ana Gabriel; o de cualquier situación que afrontemos”.
En estos 113 años de El IMPULSO la artista considera que a pesar de la censura, los medios de comunicación deben incrementar el centimetraje a los mensajes de esperanza y fe.
“Hay gente que solo ve las cosas de blanco o negro y resulta que hay muchos matices en nuestro país, los buenos debemos seguir declarando palabras de bendición y trabajando”.