“He decidido sacar por decreto la extensión hasta el 20 de enero de la vigencia de los billetes de 100 bolívares para que todo el mundo pase su fin de año tranquilito”, así lo informó el primer mandatario nacional el jueves 29 de diciembre. Una segunda prórroga en tan solo 12 días, una nueva desventura para la moneda nacional.
Empero ¿qué opinan expertos y ciudadanos? ¿cómo conciben los venezolanos esta estrepitosa decisión? Pues bien, el Dr. Fernando Sosa -decano de la facultad de ciencias económicas y empresariales de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA)- da su aporte para resolver estas disyuntivas y asegura que “la prórroga no es otra cosa sino el resultado de un mal gobierno, de una improvisación y de un presidente que no se asesora con economistas, con gente que conozca la materia; y que cree que gobernar a Venezuela es tener una pulpería”.
“En otras palabras -asegura el experto- la prórroga es una muestra de que el Gobierno nacional calculó mal, que no manejó con asertividad la situación, y que está jugando con el sentir de los venezolanos, con su dinero, con su emocionalidad y con su bienestar (…) está generando el peor desastre en la historia democrática del país, y eso, por sí solo, es gravísimo”.
Una premisa que luego fue validada por distintos actores de la sociedad, larenses, transeúntes y vendedores que se permitieron expresar su descontento y aseverar -con desánimo, ira, y otras veces impotencia- que se sienten “burlados, ultrajados y ofendidos por las artimañanas de un Gobierno caduco, vil y fracasado”.
Así lo comentó Yamilé Navas a las afueras de un cajero automático, molesta y decepcionada, porque “el Gobierno nos ha visto la cara, se burla de nosotros y no hace nada para resolver nuestros problemas, solo habla, habla, y nada que actúa”, señaló.
El venezolano -por lo menos en el estado Lara- ya no confía en las medidas del Gobierno, se siente atropellado con ellas y, al parecer, comienza a resignarse, a entregarse a su juego, y a no reclamar sus derechos constitucionales”, así lo expresó el decano con el deseo de motivar a los venezolanos, a los ciudadanos de a pie que se ven afectados con la situación del país, a protestar, a reclamar sus derechos y a hacer valer -entre otros- el artículo 350 de la Carta Magna que avala el derecho a la protesta pacífica y ciudadana.
“Es necesario darle una buena sacudida al Gobierno para que reaccione, para que resuelva los problemas del país o, en el mejor de los casos, para que permita un cambio significativo” recomendó Sosa.
Mientras tanto, los cajeros automáticos de la ciudad siguen dispensado efectivo en billetes de Bs 100 y Bs 50 mayoritariamente, los establecimientos comerciales, clínicas, laboratorios, supermecados y otros, siguen renovando sus avisos de prórroga (esta vez hasta el 18 de enero) y los ciudadanos que quisieran “vivir un año nuevo tranquilito”, siguen debatiéndose entre la lentitud de los cajeros automáticos, las transferencias como nueva modalidad de pago, los comerciantes que se niegan a recibir billetes de 100, y con “los 60 años de retraso que nos ha dejado este Gobierno”, tal y como lo aseguró Andrés Pérez, otro de los barquisimetanos entrevistados para este trabajo.
Más allá del 20
Para el Dr., Fernando Sosa los billetes de Bs 100 seguirán teniendo prórrogas y más prórrogas. La razón -explicó- es que la circulación del nuevo cono monetario depende de una preparación previa a los ciudadanos pero también a los cajeros automáticos, a las máquinas de la banca pública y privada que necesitan ser calibradas, programada y preparadas para ese proceso. Es por ello que para Sosa “la circulación de los nuevos billetes no puede tener una fecha ya establecida y el Gobierno, tras un intento de ser responsable, debe sincerarse con el pueblo y entender que la economía del país es algo muy serio y delicado”, enfatizó.