Venezuela: Con flores de mi montaña un ramo he tejido para ti y una oración a Dios por aquellos presos cuyas vidas empapadas de soledades y grilletes, condenó al encierro la locura de un sistema cruel e injusto.
Desde la profundidad de tu dolor dame Venezuela tu mano en este momento oscuro que te aqueja y afecta. Dame tu mano y vámonos por el camino harto conocido de las luchas, vámonos a rescatar la vida, los sueños, las alegrías, la salud y libertades que aceleradamente a todos aniquila el martillo de la opresión.
Te miro desde el fondo de mi alma, te veo llorar y contigo lloro, mas nunca dudo que la pesadilla tendrá su fin como lo tiene todo en la vida, incluido el año que va quedando atrás, empujado por las luces de Enero que ya muestran el reverdecer intenso de la esperanza en los corazones atribulados que esperan salir libres y felices de este caos confuso y excesivo de abusos, de hambre y dolores sin fin.
Aprendí a quererte como a mi patria y a honrarte como a mi madre. No me sorprende que tus hijos te hagan versos tan hermosos, con esa musa con que yo los haría a tus paisajes, a tus playas, a tus montañas, a tus aves, a tus crepúsculos y a las viejas alegrías de tu gente, el poema más sentido, la estrofa más hermosa, un canto a ti con la inspiración convertida en ruego al cielo por este pueblo sometido a crueles pruebas; una alabanza dedicaría a los brazos de aquellos que incansables impiden que nos ahoguemos todos en el mar de los odios políticos, hondos como toneles sin fondo.
Venezuela: Lentamente se despliega el crepúsculo desde el fondo de tus valles y se levanta a verter sobre tu espíritu convulso y agitado, la misteriosa esencia del consuelo reposado de luceros que por el cielo avanzan esta tarde, palpitando y se deshacen como flecos de oro, los que bajarán este 31 de Diciembre noche de esperanza, de cambio, de abrazos y brindis, a despedir contigo el año que se va para siempre.
Rezo porque vuelvan los exiliados, los manantiales de paz, de fraternidad y de amor a derrotar los odios cuya semilla abarca a corazones sometidos que hoy son sus víctimas también. Rezo por los niños, ancianos y animales que mueren de hambre y falta de misericordia en tus calles.
La fe en Dios y tu valentía en acción son las fuerzas que te librarán de las células malignas regadas por doquier que te dejó la mortal serpiente. Es tu razón, la activa resistencia, el corazón armado y tu invencible lucha los que traerán a ti el tan anhelado cambio. Rezo por las células de donde surgen las ideas prodigando el néctar que brota de sus cerebros como árbol de buena simiente; rezo por que se acabe tu agonía y porque no sigas cayendo hasta morir en las fauces iracundas de la brutal bestia.
Sueños de gloria se han evaporado en este absurdo socialismo, cuánta ilusión perdida en el vacío de la revolución impuesta que no es raudal que salva ni luz que se difunda grata, sino un confuso resplandor que ciega, vértigo que mata sin piedad y sin conciencia, honda podredumbre del pensamiento de hombres inescrupulosos, coyotes que solo saben devorar y destruir.
El año que se acerca retempla ya el alma de los que buscamos justicia, paz, unión y libertad, recio y fuerte es nuestro tejido y soportes de la fe.
Se tiñe de arreboles la última tarde de Diciembre. El año viejo queda arrinconado en el olvido, suelta el almanaque la última hoja y con ella todo lo amargo vivido.
¡Feliz Año larenses! y Feliz aniversario mi querida casa EL IMPULSO mañana primero de Enero.
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