Magallanes y Caracas, eternos rivales en la pelota venezolana, por segunda vez en el historial de la misma quedaron eliminados de la postemporada, al igual como ocurrió en la campaña 2007-08.
Omar Malavé, conocido por la afición larense cuando llevó a la cima a Cardenales de Lara, luego del despido de Carlos García como piloto de la nave turca asumió el mando y por momentos acarició la clasificación, pero falló en las fechas finales en reflejo fiel de la inconsistencia de sus líneas en toda la temporada.
En nota de prensa emitida por la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, Malavé, momentos después de caer en su última presentación frente a Caribes 4 carreras por 1, reflejó la situación: “Fue una temporada accidentada para nosotros, en varios aspectos, incluido el cambio de mánager. Muchos altibajos. Si vamos bien atrás, al inicio, podemos señalar muchas cosas. Nuestro pitcheo abridor no funcionó. Entonces, cuando sumas todo, llegas aquí y te das cuenta que por un juego te quedas afuera. Pero así es la pelota”.
Con Malavé al mando desde el pasado 5 de diciembre, Magallanes tuvo registro de 11-8, pero el cuerpo de abridores no mejoró, salvo Mitch Lively y por allí se fueron varios triunfos.
“El béisbol te enseña y estamos tratando de aprender de esto. Después de cuatro finales seguidas (y dos títulos). Tanto nuestros fanáticos como yo mismo nos habíamos acostumbrado a estar ahí. Pero debes venir preparado. No hay enemigos pequeños. Se quedan afuera Caracas y Magallanes, quien iba a pensar eso (por segunda vez en la historia). Pero así es la pelota”.
Por parte de los Leones del Caracas, Luis Avilán asumió la tarea de dar las declaraciones y dijo que perder es difícil y con una frase quiso explicarlo todo, “Cuando no hay química entre el cuerpo técnico y el plantel de jugadores es difícil ganar. Fue pública la inexistencia de ese necesario acoplamiento”.