A pesar de no ofrecer una fecha exacta sobre el resultado de la reestructuración de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), su secretario ejecutivo, Jesús Chúo Torrealba, reconoció que durante el 2016, la sociedad civil se comportó a la altura y muy por encima de lo ofrecido por la dirigencia opositora.
Con humildad y sinceridad, indicó que al ganar la Asamblea Nacional con el apoyo de al menos el 80% de la población pensaron que la salida del poder de Nicolás Maduro sería inminente, por lo cual la prioridad se concentró en ser precandidatos, y no en liderar la lucha social como ya en el último trimestre del año era exigido por parte del pueblo en las actividades de calles que se convocaban.
“El venezolano demostró estar muy por encima de sus dirigentes políticos, y creemos que ese pueblo tiene todo el derecho a exigirle a los actores políticos que sean la mejor versión de sí mismos. Ahorita lo que está planteada es la construcción de una muy sólida y mejor unidad nacional, y para que sea mejor debe haber una unidad de propósitos. Ya no podemos unirnos solo en torno a un candidato o en torno a una tarjeta electoral. Es imprescindible avanzar en la definición del proceso de reconstrucción nacional”, aseveró.
Torrealba aclaró que no es un líder de la unidad sino un servidor del pueblo y de las organizaciones políticas con el fin de ofrecer lo más idóneo para rescatar el sistema democrático; asimismo dijo que hasta el momento en el seno de la coalición hay sesión permanente y han concluido tres aspectos: la necesidad de ampliar la vocería política, fomentar una mayor relación entre la sociedad civil y la dirigencia, y por último establecer una estrategia verdadera de unidad.
“Reconocemos que no presentamos un proyecto claro de reconstrucción y que no nos pusimos de acuerdo para actividades internas (…) Aunque no puedo fijar una fecha por razones de responsabilidad, considero que una bien emblemática es el 23 de enero. No veo a la MUD para ese día sin haberle ofrecido una hoja de ruta a toda la población”, apuntó.
Diálogo muerto
Según expresó el coordinador de la alianza democrática, el diálogo fue una etapa necesaria a petición de la mayoría de los venezolanos, dado a la costumbre de políticas pacíficas, sin embargo los resultados no favorecieron más que al Gobierno venezolano que intentó bajar la frente a quien piensa distinto y por si fuera poco, tildarlos de mentirosos.
“El escenario del diálogo tuvimos que pasarlo y lo pasamos y el Gobierno quedó como un actor absolutamente incapaz de cumplir con los acuerdos. Ya ese proceso cumplió su cometido, ahora nos queda un escenario de lucha social y política para lograr rescatar el país (…) Nadie quiere matarse en este país y entiende que, por sentido común, para no matarse, hay que hablar”, señaló.
Puntualizó que continuarán acompañando la lucha de miles de venezolanos que optaron, ante los constantes atropellos, por estar en las calles sin necesidad de convocatorias y en defensa de sus derechos económicos, políticos y sociales.