Sólo un gobierno totalitario, que atente contra el derecho de la información y la libre expresión del pensamiento, se le podría ocurrir establecer trabas y hasta detener la trayectoria de un medio de comunicación histórico, asentado en el corazón de la población, como lo es EL IMPULSO, próximo a cumplir 113 años de circulación, primero en Carora y después, definitivamente, en Barquisimeto.
Así lo expresó el ingeniero Alfredo Ramos, alcalde de Iribarren, quien destacó la intensa lucha que ha mantenido este diario a favor de la libertad de expresión y la pluralidad de opiniones.
Hoy, en la comunidad informativa del mundo, es uno de los diarios más importantes porque son escasos los que tienen cien o más años de circulación y esto sólo es posible cuando un medio mantiene su verticalidad en el proceso de informar a su comunidad.
Es por ello que EL IMPULSO es un ícono en el periodismo nacional y desde luego uno de los puntales en el ámbito de la lengua castellana.
En muchas ocasiones, EL IMPULSO ha tenido dificultades con los gobiernos, pero en el presente ha recibido los coletazos del régimen que está empeñado en desarrollar una política comunicacional hegemónica y desde ese punto de vista ejercer presión para silenciar a aquellos periódicos independientes.
No suministrarle el papel al decano de la prensa venezolana es un duro golpe a la libertad de expresión.
La sociedad democrática en el país y, particularmente, en nuestro estado, debemos darle nuestro apoyo y solidaridad a EL IMPULSO. Al mismo tiempo debemos seguir presionando para que en el país se restablezca el derecho a la libertad de expresión, al derecho a la información, que han venido siendo vulnerados por parte de este régimen desde hace 17 años.
La cúpula que manda en este país ha utilizado todos los mecanismos para cerrar medios de comunicación, tanto impresos como radiales y televisivos.
El empeño de mantener una hegemonía comunicacional tiene como propósito cercenar el derecho que tienen los ciudadanos a opinar sobre el acontecer de su país, el derecho de estar informados oportuna y verazmente, así como el derecho a la protesta, por cuanto los medios que son afines al régimen no informan sobre los desmanes de los cuerpos de seguridad cuando agreden a los ciudadanos y cuando éstos son criminalizados por ejercer el derecho que tienen a hacer cualquier reclamo públicamente.