Los comerciantes establecidos en el Mercado Mayorista de Barquisimeto no están muy conformes con la forma como se han desarrollado las ventas durante el mes de diciembre pues consideran que el incremento en los precios, en algunos casos exagerados, ha ahuyentado a sus clientelas, o disminuido las compras.
“Todo está muy caro, pero en lo que respecta a la comida no se puede hacer nada porque todos los días hay que comer”, dijo Miguel Contreras, uno de ellos.
Este martes, en el sector de los galpones donde se expenden los víveres, envasados, o granos, no eran muchos los clientes, e incluso había unos cuantos establecimientos cerrados.
“Para no estar haciendo ni pa’pagar la luz, mejor es cerrar y dar vacaciones navideñas al personal y para uno mismo, y pasarlo con la familia”, expresó otro de los negociantes.
Donde sí había movimiento era en el sector conocido como La Playa, donde se comercializan hortalizas y frutas.
“La cosa no está muy buena, las ventas están pesadas, pero ahí vamos, haciendo lo que se puede”, señaló Ítalo Jiménez, quien vende tomates desde hace unos 25 años.
Dice que la cesta de 25 kilos les está costando unos 45 o 50 mil bolívares, desde hace tres semanas, por lo que se está vendiendo en 3 mil el kilo.
Pero Jiménez cree que en enero el producto bajará de precio por la llegada de la cosecha llanera, que siempre es buena.
El pequeño comerciante es de los que piensa que, a pesar de que suban los precios, las ventas no caen del todo porque el tomate es un artículo indispensable en toda dieta del venezolano.
Otro de los comerciantes veteranos de La Playa, en Mercabar, es José Garrido, cuya venta de pimentones se mantiene a pesar de todo.
Garrido llegó procedente de El Manteco, donde comenzó a negociar en 1960.
Los precios están entre 2.600 y 3.500, dependiendo de la calidad del producto.
Igual que el tomate y el pimentón, la cebolla subió de precios durante los últimos días, pero este martes había suficiente en La Playa por lo que los clientes no entendían la subida.
Y no sólo había suficiente dotación de esos productos en el sector, el visitante también podía encontrar aguacates, plátanos, cambures, zanahorias, auyamas y todo lo necesario para los platos de fin de año y comienzos del que está por llegar en pocos días.
Por otra parte, también se puede observar en todo el perímetro del gran centro de distribución de alimentos de Barquisimeto la presencia de militares encargados de mantener la seguridad, no sólo de los comerciantes allí establecidos sino de las personas que acuden con la esperanza de conseguir artículos de la cesta básica en buenas condiciones para su adquisición.