En un excelente trabajo periodístico de Hugo Prieto en la página Prodavinci, fechado el 13 de marzo del 2016, se destaca un análisis de la situación de los servicios públicos del país, según la opinión del colega José María De Viana, ingeniero civil, profesor de la UCAB. ex presidente de Hidrocapital y Movilnet.
Al leerla con detenimiento, nos motivamos a tocar de nuevo un tema recurrente en nuestro espacio de opinión, sobre el cual casi nadie habla en los términos responsables que amerita el crítico momento que vivimos, con una estructura de servicios públicos primarios en situación de precolapso por vida útil cumplida y falta de mantenimiento de gran parte de los componentes de las líneas básicas de acueductos, cloacas, drenajes, redes eléctricas, transporte, gas doméstico, metro de Caracas, etc.
En el año 2000, cuando Hugo Chávez asume el poder, comienza en el país un proceso de ideologización de las empresas de servicios públicos básicos de todo el territorio nacional. Los profesionales de carrera, fueron desplazados para colocar en los cargos a militares y políticos con una profunda carga ideológica, coordinados por cubanos. Esta aberración histórica, permitió en muy poco tiempo, bajar drásticamente los niveles de desempeño, además de centralizar por completo su modelo de funcionamiento. La gigantesca masa de dinero que ingreso al país durante los 15 años de gobierno de Hugo Chávez en vida, fueron literalmente despilfarrados en la borrachera revolucionaria que se permitió el lujo de llevar adelante proyectos inviables manejados por empresas extrajeras, cubanos y militares sin el conocimiento suficiente en el área respectiva; solo para enarbolar el corrupto populismo ramplón de la nueva clase política dominante…
La conflictividad política va de la mano de la calidad de los servicios de los cuales se sirve una nación.
Jamás se podrá hablar de justicia social mientras nuestras ciudades se encuentren desasistidas en áreas tan neurálgicas como agua, luz y cloacas. Por nombrar solo tres de los sectores más sensibles que nos condenan a la miseria.No podemos destruir las empresas de servicios de una nación como Venezuela, cargando ideológicamente sus cuadros gerenciales. Los militares no saben nada de agua, ni de luz, ni de cloacas, ni de transporte…
La principal tarea del pueblo venezolano en el año 2.017 debe ser trabajar para recuperar el voto popular que permita sacar del gobierno a estos ineptos que con el cuento de la revolución, acabaron con los servicios públicos del país. Debemos retornar a la profesionalización y a la descentralización. La ideología jamás puede sustituir el conocimiento.
Mis comentarios:
-Lo ocurrido en Bolívar y varias ciudades del país, deja entrever el rostro vandálico de unos tipos que no tienen nada que ver con nuestra esencia como país.
-Qué culpa tiene un comerciante que trabaja para ganar el sustento de su familia, con la ferocidad de un régimen desquiciado.
-Eso no es protesta, es basura que nadie puede admitir. Asimismo, condenar a los comerciantes a vender a perdida, es otro acto vandálico que lleva adelante el régimen…
-Robar y destruir es un despreciable hecho que debe ser castigado. Sin embargo, los militares y policías miraban para otro lado…
-Los venezolanos no somos así.
-Feliz y decisivo 2017.
Aplica tu corazón a la disciplina y tus oídos al conocimiento… (Proverbios 23:12)