Una fuerte crítica a la Asamblea Nacional, por no haber asumido la restitución del Estado de Derecho, formuló la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), siendo la representación popular por excelencia.
-Cómo es posible que siendo la Asamblea Nacional un poder constituido y electo por mayoría el 6 de diciembre de 2015, haya permitido que se salga del Estado de Derecho, cuando se producen cosas como la aplicación de un Decreto de Emergencia Económica, con el cual se van desconociendo todas las garantías constitucionales para que las empresas puedan funcionar, pero además se van desconociendo todos los mecanismos electorales que han debido estar presentes a lo largo de este año, asegura.
Precisa Olalquiaga que la Asamblea Nacional tiene unas obligaciones y desde el sector industrial la estimulan a que les respeten, y las cumplan, por ser un poder legítimo y debe estar a la altura del momento.
Por otra parte, advierte que el nivel de las distorsiones que tiene la economía son muy profundas, y en la medida en que se puedan eliminar estas distorsiones las empresas pudieran operar con lo poco que tienen, advirtiendo que no habrá nuevas inversiones en Venezuela mientras no hayan nuevos gobernantes en el país que generen la sensación de que lo que están diciendo lo van a cumplir en el tiempo.
-Aquí hemos visto improvisación, hemos visto experimentación con la economía, al punto en el cual, estamos seguros que en el ejecutivo no existe el conocimiento ni el compromiso suficiente como para hacer un cambio de modelo sostenido, aseguró.
Ratifica que con la emisión de billetes nuevos en forma alguna disminuye la inflación, advirtiendo que la única manera de enfrentar este fenómeno, es disminuyendo el déficit fiscal del gobierno, el ejecutivo no debe gastar más de lo que le ingresa, y esto conducen a una reducción de la excesiva burocracia oficial, debe desprenderse de actividades que no le son propias ni naturales, pero que el gobierno con una ideología equivocada ha querido asumir y las consecuencias las pagamos los venezolanos, en términos de inflación.