Los nuevos precios de venta fijados por el Ejecutivo para rubros como la harina de maíz, azúcar, café a través de la Superintendencia de Precios Justos, aun cuando es prematuro para hacer una evaluación objetiva, nadie los está respetando y estos rubros se siguen vendiendo a precios internacionales o de bachaqueros.
En efecto, después de más de seis meses esperando por estos ajustes, los consumidores venezolanos expresan una gran frustración, en primer término porque en los anaqueles de los diferentes comercios formales estos productos siguen desaparecidos y, en segundo lugar, porque en la economía informal, el kilo de café se vende entre 8.000 y 17.000 bolívares; la harina de maíz precocida en 3.000 bolívares el kilo y el azúcar hasta en 5.000 bolívares, ocurriendo todo esto ante los ojos de los fiscales de la Sundde.
Alimentos Polar, ha señalado que tienen problemas con el abastecimiento de materia prima, y los productores de maíz expresan que el precio fijado para este rubro a nivel del agricultor de Bs. 200, no cubre ni siquiera el costo de producción que es de 269 Bs/kg, de allí que han advertido que de no revisarse este precio, es muy probable que para el año que viene desaparezca la arepa de la mesa de los venezolanos.
Otro factor de desestímulo, es que si bien han fijado un nuevo precio para la harina de maíz precocida en 639 Bs/kg, están obligando a la industria a destinar el 50% de la producción para ser distribuidas a través de las redes sociales como los Clap, a un precio de 400 Bs/kg, lo que conducirá a la quiebra de estas industrias por descapitalización.
La situación para el café es muy similar, ya que se fijó un precio de 3.185 para el café Premium y de Bs. 1.938 para el lavado B, pero estos precios no existen en el mercado, donde el usuario sigue pagando el kilo de café entre Bs. 8.000 hasta 17.000 bolívares en algunos negocios del mercado de Quinta Crespo.
Varias amas de casa consultadas, aseguran que la Sundde nada hace con fijar estos precios para los productos de consumo masivo, porque la escasez persiste, se mantienen las colas en los establecimientos en donde lleguen estos rubros a los precio regulados y los bachaqueros seguirán haciendo su agosto comprando la harina de maíz en 639 bolívares y revendiéndola en la calle a 2.500 y 3.000 bolívares.
Se estima que durante el primer trimestre del año 2017, cuando las industrias retornen de sus vacaciones colectivas y comiencen a regularizar la producción, con la poca materia prima que tienen, se producirá la gran prueba de fuego y se podrá comprobar si los fiscales de la Sundde resultan capaces que la mayoría de los venezolanos puedan adquirir estos productos a los precios regulados por la Superintendencia, de lo contrario estaremos en presencia de más de lo mismo.
