El deterioro del sector comercio se aprecia en los anaqueles. Tras casi catorce años de control de precios, constantes inspecciones de organismos públicos, caídas productivas de la industria nacional, monopolio de mercados como la acería, disminución de las importaciones como consecuencia del control cambiario y otros tantos aspectos referentes al Decreto de Emergencia Económica, prorrogado cuatro veces, la antigua actividad de la compra y venta, atraviesa su peor momento en Venezuela.
Una merma de más de 70 % en las ventas, en comparación con 2015 (otro año de aprietos económicos), además de cierres temporales por vacaciones colectivas forzadas en temporada decembra, reflejan la crítica situación del sector.
Al respecto, fue consultada Rita Betancourt, presidenta de la Cámara de Comercio de Lara, quien expresó que la Cámara de Comercio se ha hecho eco del desarrollo integral de la economía venezolana, trabajando con los empresarios y comerciantes larenses, que coadyuvan esfuerzos para satisfacer la necesidad de los consumidores. Sin embargo, ante la crisis actual, siguen esperando una solución a la escasez de los productos, la inseguridad y otros males. Es difícil que el empresario, se atreva a invertir.
Reconoció que en Lara ha habido cierres temporales de comercios, por razones como falta de mercancía e imposibilidad de atender las necesidades y exigencias de los empleados. No obstante, expresó que el sector sigue dispuesto a aportar a la economía del país. Sólo esperan quse ejecuten los cambios necesarios.
-Afortunadamente hemos recibido pocas notificaciones de cierre temporal, por parte de nuestros afiliados, pero esto es así porque el sector trabaja bárbaramente para no abandonar la actividad.
Las vacaciones colectivas de diciembre, servirán entonces para analizar la situación y evaluar de qué manerretomán sus actividades productivas.
Betancourt, subrayó que del total de afiliados, se habrían ido de vacaciones colectivas un porcentaje media.
Obligados a cerrar y rebajar
Respecto a la reposición de inventario, manifestó que ha habido múltiples pérdidas, motivado a diversas razones. Unos comercios no han recibido suficiente mercancía en todo el año, mientras otros cada vez adquieren una cantidad menor.
Referido al control de precios, la presidenta de la cámara reiteró que se trata de medidas inconsultas, no ajustadas a la realidad país, lo que impide gozar de una estabilidad en el sector.
Algunos comerciantes aplicaron vacaciones colectivas durante el mes de diciembre, por no tener mercancía para vender, mientras otros están preocupados por la actuación de la Superintendencia de Precios Justos (Sundee) en los últimos días, que los obliga a aplicar descuentos arbitrarios y sin justificación.
En materia de inspecciones a comercios durante el presente año, expresó que el sector “siempre ha sido vulnerable a estos procedimientos”, y que cada vez incrementan su medida.
Al consultarle los promedios y cifras al respecto, dijo no disponer de estos, sin embargo, las actuaciones de los inspectores serían prácticamente diarias.
El drama de los billetes
Rita Betancourt criticó que la desincorporación de los billetes de Bs. 100, se realizara en diciembre, ante un público desinformado, afectado por una medida económica no planificada aplicada cuando se realizan la mayor cantidad de transacciones.
-La empresa privada, como cualquier organización, hace esfuerzos cada día para cumplir con el país en un momento sin precedentes. Se adapta a su entorno económico para sortear así parte de las decisiones gubernamentales, además cambiantes y difíciles de manejar. No obstante, se nos hace imposible mantener las condiciones laborales de años atrás.
El escenario de los billetes de Bs. 100 representó, según Betancourt, un duro golpe para el sector. “Los comerciantes están sufriendo y no saben de qué manera se puede realizar las ventas, sin que eso sea perjudicial… Están en un fuerte dilema que disminuye las ventas. Están totalmente decepcionados”.
Golpe salarial
En materia salarial indicó que numerosos comercios se vieron obligados a reducir personal. Incluso, tampoco se contrató personal rotativo para las ventas de diciembre, como es costumbre. “Tanto el empleador como el empleado, sufren la situación de crisis del comercio, porque si bien es justo que se incrementen los sueldos y salarios, no existen condiciones para ello, por lo que en múltiples casos, dichos ajustes salariales, han representado cierres de empresas”.
En opinión de la presidenta de la Cámara de Comercio, “primero deben salir de la inflación, para que así le alcance el salario a la población”.
Señaló que la carrera entre los precios de los productos y los salarios es insostenible.
En este sentido, acotó es y será siempre una fórmula errada realizar aumentos de salario, sin consultar a los gremios. “Para que realmentlos ajustes de salario mínimo surtan beneficios se debe combatir la inflación que crece desmesuradamente”, manifestó.
La representante del sector comercio, calificó las actuales cifras inflacionarias como “matadoras y vulgares”.
A esto sumó que no contar con divisas, afecta sus ingresos. “Observamos que hay un incremento constante en la tasa marginal de divisas, al mismo tiempo que el dólar paralelo ha tenido un repunte considerable, que afecta de manera severa al comercio. Pero nosotros seguimos sin tener acceso a los dólares. No importamos ni recibimos mercancía nacional, entonces ¿qué venderemos?”.
Rita Betancourt expresó que “indudablementela pequeña y mediana empresa han sido muy golpeadas por la crisis económica”. Sin embargo, el sector intenta mante nerse, al menos abierto, para contribuir al país desde sus establecimientos, cuando ocurra el cambio económico esperado.
Actividades de la cámara
Referido a actividades de la cámara en el año, Betancourt subrayó que mantuvieron una agenda continua de eventos y encuentros con el sector. Entre las actividades continuas de la organización, destacó la reunión semanal de la directiva, para debatir sobre la realidad del país.
Vale destacar que también han realizado diversos talleres de actualización e información legal para sus agremiados.
Igualmente, realizaron eventos de tipo benéfico y en conjunto con universidades privadas y públicas, en especial con la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), con quienes sostienen un convenio que busca fortalecer ambas instituciones, así como el desarrollo económico de la región larense.
En la actualidad la Cámara de Comercio supera los 1.000 afiliados, con los cuales, sostiene Betancourt, mantienen una relación cercana, a fin de enfrentar en colectivo las múltiples dificultades de la actualidad.
Igualmente, señaló que realizan un intenso trabajo con instituciones públicas como el Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario de Barquisimeto (Imaubar) y como parte del Consejo Consultivo del Municipio.
Vale destacar que durante el 2016 también trabajaron junto al alcalde Ramos en el desalojo de la calle 42, en las adyacencias del Terminal Terrestre de Pasajeros, donde también resultaban afectados, por la presencia del comercio informal, negocios ya establecidos en la zona.
Propuestas que no solucionan
“En materia de alimentación se les ocurrió la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), pero esto no ha ofrecido ninguna solución a la falla alimentaria del pueblo venezolano”, comentó Betancourt, quien recordó que ante el paso masivo de venezolanos a Colombia, eGobierno cerró la frontera, con lo que también propició la caída del comercio internacional en la zona.
Agregó que el Ejecutivonacional también creó el Consejo Nacional de la Economía Productiva, pretendiendo que esto ayudaría a solventar la escasez y la falta de producción en el país. Sin embargo, en opinión de la gremialista, la falta de soluciones y omisión de proyectos presentados por Fedecámaras, Consecomercio, Conindustria y otras instituciones, afectó aún más la economía del país.
-Seguimos con la peor de las crisis que Venezuela haya sufrido. Tuvimos una crisis eléctrica nacional, que trajo grandes pérdidas para los empresarios; la devaluación de la moneda; un considerable aumento a la gasolina y otros tantos rigores, que los sufre la población y los sectores productivos.