Miles de venezolanos se quejan de la falta de un liderazgo político que direccione el malestar endémico que se observa en la población. En verdad el país está sometido a graves incertidumbres y frente a la pirámide de problemas que nos afectan no vemos sobre la mesa soluciones concretas y puntuales que nos permitan construir una agenda de superación del caos nacional que nos envuelve.
Dentro de este panorama que algunas veces se torna sombrío se están levantando voces institucionales desde las entrañas gremiales que haciendo deslinde claro y firme respecto a las actividades partidistas, han asumido roles patrióticos desde sus respectivos sectores de actividad económica generando vientos frescos de esperanza hacia salidas consensuales en el marco político y con la única finalidad de mejorar o aliviar el drama de consumo que sufre todo el pueblo venezolano.
Uno de estos líderes emergentes es sin lugar a dudas el presidente de Fedeagro, Tony Pestana, quien sin pisar las arenas movedizas de la política partidista ha trazado una ruta viable en lo operativo y amplia en lo político para que los productores puedan trabajar con miras a llevar alimento a los venezolanos.
No ha sido fácil su tarea y el cumplimiento de los compromisos autoimpuestos debido a la renuencia oficial de aceptar la realidad económica que implica el producir con base a una ganancia legitima y por ello con precios que resistan la vorágine inflacionaria. No obstante ha logrado avances ,por lo menos actualmente existe aunque de baja intensidad, un acercamiento entre productores y autoridades, lo cual le permite a las partes al menos conversar, sin que ello limite el derecho que tienen los agentes productivos de protestar mediante marchas y otros procedimientos pacíficos y legales, como por ejemplo son los “trancazos”.
Pero al margen de los resultados, que a vara de un optimista como quien escribe, han sido positivos, lo realmente importante es que Tony Pestana les ha dado sentido de grupo compacto a todos los agricultores del país, los ha organizado de manera eficiente sobre los carriles de propuestas bien elaboradas, con cifras y propósitos claros y compartidos. De ello he podido tomar nota personalmente gracias a la gentileza de mi amigo Gilberto Esteva Grillet, quien me incorporó a un grupo virtual en el cual se puede constatar el hervidero de ideas y buenas intenciones de nuestros productores rurales, afirmados todos en el convencimiento que tienen una obligación nacionalista de producir alimentos y que es responsabilidad de este, como de cualquier gobierno, tutelar la realización de este mandato patriótico.
Como decía Bolívar: ”Nadie levanta vuelo sin recibir las flechas de la envidia”, en el caso de Tony Pestana no es solamente flechas de envidia las que recibe sino también mazazos nacidos del miedo. Venezuela necesita urgentemente producir alimentos, los pronósticos para el 2017 son aterradores. Básico para salir adelante es contar con un sector agropecuario que se nutra de valores y asuma retos de echar para adelante por encima de las mega dificultades que tienen como entorno. Si alguien lo puede liderar y lo está haciendo con brillo, es Tony Pestana, quien además es un profesional de primer orden que permanentemente mantiene contacto fluido e interactivo con las universidades. Venezuela está en crisis pero del fondo de su alma nacen los líderes que indicaran el camino a seguir, ya los agricultores tienen el suyo, adelante.
