“Pese a los tiempos difíciles que estamos viviendo, a las dificultades económicas que nos atañen y a los contratiempos para celebrar estas navidades, no podemos perder el espíritu decembrino, la felicidad que nos caracteriza, la solidaridad y la sensibilidad con el otro”, así lo comentó Angie Meléndez, durante una entrega de regalos y cotillones que organizó -en conjunto con su novio, familiares y amigos- para beneficiar a los niños que se encuentran en situación de calle dentro del estado Lara.
La iniciativa -que se llevó a cabo el día de ayer, 21 de diciembre en horas de la mañana- fue una idea original de Meléndez por su vocación de servicio, su alteridad con el otro y el deseo de regalarle sonrisas a los más necesitados. Por esta razón, y a sabiendas del significado que tiene para los niños y niñas recibir un obsequio durante la Navidad, su novio (Franchesco Colella), su madre (Carmen Peñuela), su hermana (Reina Meléndez) y demás miembros de la familia Peñuela-Colella, decidieron auspiciar su idea y apoyarle con la recolección de juguetes, chucherías y cotillones que fueron entregados a un total de 60 niños.
Para ellos -comentó Meléndez-“era imperativo compartir lo poco que teníamos, regalarle felicidad a los más necesitados y llenarnos como familia, como hermanos y como miembros de una misma sociedad (…) por esta razón cada familiar de mi novio, mi familia materna y algunas otras personas que quisieron ayudarnos, nos colaboraron con pepitos, chupetas, regalos… que terminaron convirtiéndose en 60 cotillones, y que fueron distribuidos entre los niños del Obelisco, de la Bracamonte y del Jirahara”.
Ahora bien, ante esta realidad, ante los “múltiples infantes que no tienen un Niño Jesús o un Santa que les dé obsequios”, esta familia de barquisimetanos -impulsada y liderada por los sueños y los ideales de Angie- no escatimaron en hacerle un llamado al Gobierno regional, a las instancias nacionales y a la colectividad en general, para que sean vencidos los “egoísmos que nos oprimen, las diferencias que nos dividen y la indiferencia que nos mata (…) así, y solo así, podremos tener el país que queremos y merecemos, niños más felices, y familias en condiciones más justas y dignas”, concluyó Meléndez.