Otro año de limitaciones y controles. El sector agroproductivo del país cierra el 2016 con cifras negativas que “sepultan” múltiples rubros en los cuales Venezuela fue autosuficiente.
Al respecto, Antonio Pestana, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), señaló que una de las principales trabas es el control cambiario y la penalización del uso de una tasa distinta a la oficial, lo que les impide importar semillas, insumos y maquinarias por cuenta propia, dependiendo entonces de las voluntades del Gobierno, quien no ha atendido los requerimientos ni con los ciclos productivos.
-En materia de cambio, hay que eliminar el dólar ficticio (oficial) que ha servido para la corrupción. Necesitamos un sistema cambiario que atienda las realidades de la economía y del país… El dólar paralelo tampoco favorece al venezolano, pero es quizás al que la mayoría de los sectores tienen acceso.
En opinión de Pestana, se requiere de una política macroeconómica que permita que la agricultura y otros sectores se desenvuelvan libremente.
Subrayó que las múltiples inspecciones de organismos públicos, sólo siembran desconfianza en los empresarios venezolanos, contrario a lo que demanda el país.
La ruta propuesta
Parte de la propuesta de Pestana, se centra en una ruta de trabajo que revierta diversas medidas dañinas del pasado como la expropiación de 5.200.000 hectáreas, que en palabras del mismo gobierno, no producen ni el 10 % de lo que generaban con sus dueños originales.
-Es un acto de inteligencia devolverlas… En manos de quienes están, no hay sentido de pertenencia. No siembran. Tampoco se produce en las industrias.
Citó casos como el café y la caña de azúcar, en materia de agroindustria.
Asimismo, considera conveniente se desarrolle una Ley de Semillas. “Ciertamente tenemos que fomentar que se produzcan acá, pero hay otras semillas que se deben importar y el productor está en todo su derecho para hacerlo… Necesitamos recuperar la inversión en aquellos componentes que aquí no se dan”.
A esto sumó la prohibición de cultivo de transgénicos, la cual no se les permite a los productores usarlos, pero estos sí se consume por la vía de la importación. “En Caracas y en todo el país hay mantequillas y otros alimentos que tienen una ‘T’ amarilla que hace referencia a su origen transgénico, pero nosotros tenemos prohibido usarlos”.
Respecto a la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, el presidente de Fedeagro indicó que existen recursos, represados por el Gobierno, que aporta el sector privado, y que deberían ser destinados a investigación. Sin embargo, “son manejados de manera discrecional y no sabemos en qué”.
Indicó que el resultado de una inversión en el ramo, se traduciría en conocimiento y adelanto para los sectores productivos.
En materia de política de precios, manifestó que deben existir libertades, a fin de obtener una mayor oferta y sea esta la que determine el precio, con el objeto de beneficiar a la población. “Sólo así se logra estabilizar los precios”.
-De no tomarse las medidas ni los ajustes necesarios, tendremos que ponerle una cruz a muchos cultivos y decirle al país que se dependerá de la importación… y veremos de dónde salen los dólares.
Recordó que cada dólar de consumo de producto importado, equivale a invertir cinco, de manera directa, en los campos venezolanos, lo cual también genera trabajo digno.