¿Y dónde está mi Niño Jesús? se tituló la conferencia que el pasado martes ofrecieron los coaches profesionales Karem Castellanos y Luis Thielen en la Sala Alternativa de la Fundación Juan Carmona.
Ante un nutrido público los especialistas impulsaron un conversatorio que consistió en una examen de conciencia, reflexiones y análisis de nuestro interior.
La tarea estuvo aderezada por las interpretaciones del grupo Sofonías, que cantó varios aguinaldos, música religiosa y un interesante popurrí de música contemporánea. Entre anécdotas y humor del bueno inició la charla que tuvo su epicentro en lo tanto que nos quejamos y en lo poco que agradecemos.
Karem Castellanos fue la primera en apropiarse del micrófono para expresar que aunque el país está sumido en un caos, que muchos se han ido, otros se quieren ir, y que hablamos mucho de lo que carecemos, no nos percatamos de que respiramos, que el mejor regalo del Niño Jesús son las riquezas que atesoramos en nuestro corazón.
¿No podemos vivir por las carencias de fuera o por las carencias de dentro?, fue la pregunta que invitó a hacernos.
Señaló que para buscar a Dios es preciso detenernos y dejar de lado los prejuicios.
Aclaró que no se trata de no quejarse ni de ser súperpoderosos sino de cuánto tiempo nos quedamos en los estados emocionales negativos. Hay que voltear el foco y mirarnos a nosotros mismos porque el mundo solo cambiará cuando cambiemos. No es fácil asumir el desafío del cambio, esto requiere apertura, ponerse en el lugar del otro porque si sigo de espaldas nunca lo entenderé. Recomendó algunas declaraciones fundamentales: lo siento, perdón, gracias, te amo, sí, no, no sé.
El objetivo es amarse, perdonarse y reconocerse para pasar del resentimiento a la paz y de la resignación a la esperanza.
Luis Thielen por su parte recordó que la Navidad no es el estreno, el pernil o la comelona.
Apuntó que celebrar el nacimiento del Niño Jesús parte de la siguiente pregunta: ¿cómo está mi relación con Dios?
“Cuando conocemos a alguien o sentimos muchas emociones que en principio son efervescentes, debemos buscar la manera para que esas emociones permanezcan en el tiempo”.
Luego, el coach realizó un repaso por los pecados capitales a fin de conocer si estamos incurriendo en ellos: soberbia u orgullo, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Mientras que las virtudes que debemos poner en práctica son la humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia. “Hacemos este examen de conciencia para liberarnos y soltar las cadenas”.
Thielen también refirió lo importante que es perdonar. Ocurre también que muchas veces sentimos culpa por cosas que no debemos y otras veces hacemos cosas y ni siquiera sentimos culpa. Otras veces pasa que es más fácil culpar a los demás de nuestras circunstancias que asumirlas. Así que en esta Navidad nuestro Niño Jesús nos invita a reflexionar, perdonar y agradecer.