Tony Carrasco estuvo en el Centro Luso Larense para seguir su campaña por la presidencia de la Federación Venezolana de Fútbol, la cual, según su criterio, necesita un cambio urgente en todos los sentidos y esto lo lograría con su plan de trabajo de 14 puntos.
“A nosotros nos motiva el amor por el fútbol, ya somos más de 100 personas, queremos rescatar el balompié venezolano y romper esas viejas estructuras que tanto le han hecho daño. Somos la única plancha que ha presentado un proyecto elaborado, el cual podemos llevar a cabo, uniendo las voluntades de todos. Hemos llevado esta idea a 17 estados y seguiremos sumando personas”, dijo Carrasco.
En el escrito del aspirante de la FVF están como aspectos específico, financiamiento honesto, clasificar a Venezuela a la fase final del mundial, construir una sede en cada estado, ayudas a los exjugadores, independencia económica a la liga de primera y segunda división, desarrollo del mercadeo, jerarquizar el desarrollo del balompié femenino, fútsal, playa y especial, crear el museo del balompié, capacitar árbitros y entrenadores, crear la universidad del fútbol, desarrollar el centro de medicina, organizar las barras, crear el programa fútbol social y acercar a los medios de comunicación.
El dirigente resaltó que todos los puntos del proyecto se pueden cumplir a cabalidad debido al gran presupuesto que maneja la FVF. A su juicio, la actual directiva no ha mostrado interés ni buena intención para mejorar el balompié nacional, el cual presenta fallas en estructura y resultado.
“Todos nuestros catorce puntos expuestos, no son imposible de cumplir, ya que la FVF maneja el mayor presupuesto de cualquier federación, tanto así que no aceptan dinero gubernamental para que no sean fiscalizados. En buenas manos esa inversión puede dar dividendos importantes desde el balompié élite a las categorías de iniciación”, aseguró Carrasco.
El dirigente destacó que ante el mal proceder de la actual directiva de la FVF al maquillar rendición de cuentas y buscar comprar votos para mantenerse atornillados en el poder, su equipo de trabajo está atento ante cualquier irregularidad que enturbie el proceso eleccionario.
