Para los taxistas en Barquisimeto la avenida Ribereña y los barrios de la zona sur son territorio prohibido para trabajar, mucho más cuando eligen salir en horario nocturno, como solía hacerlo Vic Harold Giménez Díaz, a quien asesinaron la madrugada de este martes, a pocos metros del puente Macuto.
Haberse dedicado a ofrecer transporte desde hace más de dos décadas le dio a Giménez la experiencia suficiente para prevenir las situaciones de peligro. Evitaba circular por “zonas rojas”, solo servía a clientes y regularmente lo hacía desde la avenida Vargas con 19, donde se estacionaba todas las noches, junto con otros compañeros, para cumplir la jornada.
Si la muerte es un hecho duro de asimilar, para los dolientes del chofer y padre de cuatro menores de edad verlo detrás del volante con una herida en el costado axilar izquierdo causada, probablemente, por la descarga de una escopeta, más allá de la tristeza los envolvió en absoluto desconcierto.
Luis Arias, un amigo de la víctima que se acercó al sitio donde se apagó el Toyota Corolla que conducía Giménez, miraba pasmado la escena. No se explicaba cómo pudo morir de esa manera. “Es extraño que con experiencia y todo se haya metido para acá”, opinó.
Por la forma como quedó el vehículo, en el sentido Macuto-avenida Ribereña, con un neumático doblado y detenido con exactitud hizo considerar a Arias como posible hipótesis una avería que lo obligó a detenerse y en ese momento fue atacado.
Los oficiales del punto de auxilio vial de la Ribereña que reportaron el suceso, en cambio, creen que al taxista le dispararon antes de cruzar el puente, pues ellos no escucharon las detonaciones.
Entre los objetos de valor que quedaron dentro del carro estaban algunos billetes de 50 y 10 bolívares, la cartera y el teléfono de gama baja propiedad del occiso. Por la poca cantidad de dinero, teniendo en cuenta que Giménez comenzaba a trabajar a las 6 de la tarde, sus parientes presumen que lo atracaron antes de dispararle.
Por las características del caso, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) ha tomado como posible motivo del asesinato la resistencia al robo.
Única fuente de ingresos
Desde joven Giménez se había dedicado a trabajar como taxista sin afiliarse a ninguna línea. Hace poco había dejado de manejar porque tenía el vehículo accidentado. Logró volver a la calle porque recientemente consiguió los cauchos para el carro que la exesposa le prestó para trabajar.
“Lo que hacía era trabajar para sus hijos”, comentó una de las primas, Yusmaira López. La misma apreciación usó Arias para describir al segundo de tres hermanos.
Giménez, de 43 años de edad, representa, por lo menos, el séptimo asesinato cometido contra un taxista en la región, en 2016.
El primero del que se tienen registros periodísticos sucedió en abril, en la calle 7 del sector Los Olivos I, de Santa Isabel al oeste de la ciudad. El blanco fue Arnoldo José Pérez Torres (33).
En agosto, se tomó como noticia el homicidio de otros dos taxistas en menos de una semana. Las víctimas fueron José Del Carmen Gudiño Flores y Edicto Ramón Sivira Sira.
Luego, en septiembre, el chofer Félix Oswaldo Gómez Sira (41) había desaparecido y fue encontrado muerto en la quebrada El Mamón, cerca de la Circunvalación Norte.
Otros dos fallecieron en octubre. Alirio Alexis Sánchez Paredes, en el Barrio La Cruz; y Euro Junior Urdaneta Paz, quien se alistaba para salir de su casa, en la carrera 14 con calle 26 del Casco Histórico y alguien lo llamó por el apodo y accionó un arma contra él.
