En medio de la crisis que se vive en este mundo, a la cual, por supuesto, no escapa nuestro país, sobre todo en el campo de los valores morales, cualquier cosa buena que nos suceda en nuestras relaciones interpersonales son un regalo de Dios. Y es que a pesar que el Señor Dios había alertado, con respecto a que para los últimos tiempos la maldad iba aumentar y el amor se iba a enfriar, “Y debido al aumento de la maldad, el amor de muchos se enfriará”Mat.24:12. Todavía conseguimos gente honesta, atenta, educada y respetuosa en sus trabajos. A quienes, la situación que se vive en este país no les baja su ímpetu, tienen muy en alto el sentido de la responsabilidad en sus funciones laborales. Entonces, encontrarse con esa vocación natural y ser servido sin amarguras y malas caras, definitivamente son regalos del Dios Altísimo, por cuanto ÉL, es quien alienta y motiva esas buenas conductas. “Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad”Fil.2:13.
Pero ojo, estos regalos de los cuales disfrutamos muchos, no vienen del niño Dios. Sobre todo, el mayor regalo que ha recibido la humanidad: La muerte vicaria de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario para regalarnos la Salvación. A pesar, es una bonita tradición decembrina que se vive en nuestra cultura hispana, que alegra mucho a los más pequeños, el niño Jesús creció, se hizo adulto y dio su vida en una cruenta cruz para abrirnos la esperanza del cielo y la vida Eterna.
Esa es la historia que todos debemos contar y atesorar en nuestros corazones. Por cuanto es la real y verdadera. Es así, con la presencia de la persona del ESPIRITU SANTO, la que el Señor Jesús dejó acá en la tierra cuando subió al cielo, como nuestro ayudador, la que nos mueve y motiva a hacer las cosas correctas. Por esa Persona, podemos ser una bendición para los demás y por ella, encontramos hombres y mujeres quienes a través de sus funciones laborales son un regalo para nosotros.
En estos tiempos de navidad, alabamos a Dios porque ha puesto en nuestro camino gente buena. En nuestra urbanización, PAIVA GAS y su distribuidor José Luis Oliveros, hombre que hasta los domingos lleva el preciado producto con excelente disposición.
Igual, conseguimos a Hernán y Aury, un matrimonio que tiene un pequeño abasto y su servicio siempre es con agrado, a pesar de las vicisitudes. Nuestros vecinos, los manzaneros del CLAP Víctor Rodríguez y Neila Soto, no se cansan de servir a la comunidad a pesar de las “pedradas” recibidas. El joven cristiano técnico en electrónica Abdías Medina, sobran las palabras por su capacidad, decencia y honestidad en su trabajo. Well El Chaer y su Feria de Verduras La Orquídea en Santa Rosalía y Rafael Camacaro (El Chino). Son bendición por su aporte a la comunidad. Edwin Aranguren, conductor de un autobús del Sistema de Transporte TRANSBARCA, responsable y educado al conducir su unidad. Los jóvenes docentes Yajaira Echeverría y Pedro Zerpa, precursores del MÓDULO MUSICAL BARARIDA, pese a sus detractores gratuitos, sirven con amor. Y el trato amable y cariñoso de Isabel Colmenárez de JARDINES CELESTIALES ni hablar. A todos, ¡DIOS LES BENDIGA! Les dé una linda navidad y un próspero año nuevo. ¡Sigan así! Que si no tienen el reconocimiento de las personas, les queda la satisfacción del deber cumplido y DIOS les compensará. ¡Hasta el martes Dios mediante! Próximo artículo. “El Gabo y la Navidad” `PARTE II [email protected]. William Amaro Gutiérrez
