Con centenares de personas aglomeradas a las puertas de los pocos supermercados que lograron sobrevivir a los masivos saqueos del fin de semana, la localidad de Ciudad Bolívar intentaba el lunes volver a la normalidad.
Decenas de comercios destrozados y desvalijados y calles repletas de restos de basura, escombros y motocicletas quemadas eran los vestigios de las violentas protestas que convirtieron a la capital del estado minero de Bolívar en una zona de guerra.
A pesar de que las calles de la ciudad, de unos 700.000 habitantes, fueron tomadas desde la víspera por centenares de policías y militares, hasta cerca del mediodía todos los comercios permanecían cerrados por temor a nuevos saqueos.
Austerio González, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Ciudad Bolívar, afirmó que entre los comerciantes aún hay mucho temor y que están a la espera de que las autoridades garanticen seguridad para abrir sus locales.
González dijo a The Associated Press que la mayor preocupación del sector, además de las millonarias pérdidas por los destrozos, es que 80% de los comercios que vendían alimentos fueron saqueados y que los pocos que quedaron en pie amanecieron con cientos de personas a sus puertas a la espera de que abran.
Policías y GN a la calle
De acuerdo con estimaciones del sector empresarial más de 350 comercios fueron saqueados en Ciudad Bolívar entre el viernes y el domingo y otros 200 más en unas siete localidades surorientales. Los violentos eventos dejaron un saldo de varias decenas de heridos y tres fallecidos.
Entre los locales saqueados hubo supermercados, licorerías, ferreterías, agencias de vehículos y venta de neumáticos y repuestos de autos.
El dirigente empresarial dijo que están en conversaciones con las autoridades regionales para habilitar centros especiales de acopio y reducir las aglomeraciones en los establecimientos que quedaron en pie.
El gobernador de Bolívar, el general retirado Francisco Rangel Gómez, dijo la víspera que 3.200 policías fueron enviados a las calles para asegurar el orden en esa región, donde fueron detenidas 262 personas, de las cuales cuatro son miembros de la policía estatal.
González confirmó que al final del domingo llegaron a Ciudad Bolívar, otros 700 guardias nacionales para reforzar las labores de vigilancia.