El pasado viernes José Sacarías Núñez, de 54 años de edad, se levantó bien temprano para irse a trabajar, tal y como lo hacía todos los días, pero nunca pensó que disponerse a hacer el infaltable cafecito mañanero le costaría la vida.
Contó el hijo del hoy difunto, Duarvis Núñez, que eran como las 4:00 de la madrugada y José Sacarías, habitante del caserío Potrico, municipio Turén del estado Portuguesa fue a encender su humilde cocina de dos hornillas, pero cuando prendió un fósforo la bombona explotó y parte del hogar se incendió.
Con graves quemaduras en el estómago, brazos, el pecho y la cara calmó las llamas en un intento desesperado por salvar su morada.
Luego de ello, narró con tristeza Duarvis, el fallecido fue a la casa de al lado a pedir ayuda y fue entonces que un sobrino lo trasladó a un CDI cercano, para luego llamar, como a las 7:00 a.m., a los hijos.
Lo ruletearon por falta de medicinas
Cuatro centros asistencias y dos estados tuvo que recorrer José Sacarías para poder ser atendido por la grave crisis que atraviesa el sector salud en Venezuela.
Del CDI lo mandaron para el Hospital Armando Delgado Montero, de Turén, al norte del estado Portuguesa; luego, fue remitido al Jesús María Casal de Acarigua para finalmente recalar (pasadas las 3:00 p.m. del viernes) en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (HCUAMP) de Barquisimeto.
Núñez permaneció hospitalizado durante cinco días, luchando por su vida pero perdería la batalla aproximadamente a las 10:00 de la noche de este miércoles.